Samsung Galaxy Note y Samsung Galaxy Note 2

Quizás no sea el primer terminal que se ajustaba a lo que hoy nos tomamos la libertad de designar como tabletófono (Acer presentó antes un equipo de ese tipo), pero sí­ que se considera el decano de este segmento si consideramos su despliegue comercial y la importante adaptación del concepto por parte de los usuarios y, sobre todo, de la competencia. Hablamos del Samsung Galaxy Note, teléfono que un año más tarde fue continuado por el Samsung Galaxy Note 2. Estos dí­as hemos sabido que la llegada de Android 4.1.2 Jelly Bean para el teléfono que inauguró la tradición de este tipo de dispositivos será una realidad en breve. Eso lo aproximará, en lo que a funciones se refiere, al Samsung Galaxy Note 2. No obstante, ¿qué puntos seguirán marcando las distancias entre ambos?

Samsung Galaxy Note

1. Pantalla

Lógicamente, la pantalla será lo primero que no habrá forma de cambiar y que será en todo modo una marca diferenciadora a la hora de distinguir los Samsung Galaxy Note y Samsung Galaxy Note 2. El primero lleva un panel de 5,3 pulgadas y resolución de 1.280 x 800 pí­xeles. El segundo, aunque más grande tiene menor resolución: hablamos de una pantalla de 5,55 pulgadas que distribuye un panel de 1.280 x 720 pí­xeles. Visto así­, la densidad del Samsung Galaxy Note es mayor, con lo que a priori se anotarí­a un tanto sobre su hermano mayor.

2. S-Pen

Los dos tabletófonos de la firma surcoreana llevan un lápiz capacitivo que la compañí­a ha bautizado como S-Pen. No obstante, en el caso del Samsung Galaxy Note 2, este accesorio dispone de algunas prestaciones bastante más solvente, permitiendo una serie de comandos que no están disponibles con la unidad, más sencilla, que lleva de serie el Samsung Galaxy Note. Los usuarios que busquen sacarle todo el jugo a las funciones de productividad al terminal quizás encuentren más atractivo por tanto el Samsung Galaxy Note 2.

Samsung Galaxy Note 2

3. Procesador

En este caso, el Samsung Galaxy Note 2 vuelve a llevarse el gato al agua. La segunda generación de smartphones de gran formato de la multinacional asiática consigue desarrollar una potencia de 1,6 GHz a razón de los cuatro núcleos de su procesador. Menos solvencia tiene su versión anterior, el Samsung Galaxy Note, que presenta un chip dual-core a 1,4 GHz. Sigue siendo una unidad potente, aunque en el caso del último dispositivo de gama alta lanzado por la compañí­a surcoreana la solvencia que consigue en las tareas que procesa es notablemente mayor.

4. NFC

Al igual que ocurre en la comparación entre los Samsung Galaxy S2 y Samsung Galaxy S3, en este caso la presencia del chip de comunicación por proximidad NFC en uno de los Samsung Galaxy Note marca la diferencia. Este tipo de unidades ofrecen múltiples funciones, desde la autenticación con tarjetas electrónicas hasta la opciones de pareado y transferencia instantánea de archivos entre terminales compatibles.

Samsung Galaxy Note

5. Baterí­a

Y una vez más, la baterí­a marca significativamente las diferencias entre los Samsung Galaxy Note y Samsung Galaxy Note 2. El primer Galaxy Note fue el inauguró la tradición de las baterí­as súper cargadas de amperaje, estrenando una potente unidad de 2.500 miliamperios que todaví­a hoy sigue siendo sorprendente. No obstante, no menos llamativa es la que lleva el Samsung Galaxy Note 2, dotada de 3.100 miliamperios. En la práctica, la diferencia en autonomí­a entre ambas se vuelca en el último modelo, que ofrece 16 teóricas horas en uso continuado 3G frente a las 13 horas y media que alcanzarí­a el Samsung Galaxy Note.

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