Un nuevo terminal de entrada asoma en el horizonte. Se trata del Samsung Galaxy Young, un teléfono con el que la firma surcoreana actualiza su pequeño Samsung Galaxy Y. Este terminal viene a representar lo que se le espera a un smartphone asequible que no escatima en prestaciones, aunque éstas se presenten en pequeñas dosis.
El Samsung Galaxy Young instala una pantalla multitáctil de 3,27 pulgadas, así como una cámara de tres megapíxeles y el sistema operativo Android 4.1 Jelly Bean desde el primer día. Lleva además Wi-Fi, 3G, Bluetooth y microUSB. El formato de este teléfono es muy compacto, y mueve sus contenidos valiéndose de un procesador de un GHz apoyado por 768 MB de memoria RAM. El almacenaje corre de la cuenta de cuatro GB integrados, teniendo opción de realizar expansiones de hasta 64 GB mediante tarjetas microSD.
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