Samsung

En los últimos dí­as la surcoreana Samsung ha expuesto sus logros hasta el momento y ha adelantado sus previsiones, tanto en lo corporativo como en aspectos de innovación. La lí­nea de teléfonos inteligentes se ha convertido en un eje fundamental a partir del cual avanza el liderazgo de la firma, algo que pretenden reforzar con su próxima generación de dispositivos. Según ha expuesto la propia compañí­a, el porvenir de esta categorí­a pasa por la potencia y un salto cualitativo en las pantallas que instalen los próximos buques insignia que veamos en el mercado. Y en este sentido adquieren especial relevancia los procesadores y la presencia de la ultra alta definición (UHD o 4K) en los paneles del futuro.

Conocí­amos ayer a través de un estudio de Canalys que los tabletófonos ””o fonblet, como prefiere Samsung que se les llame”” han llegado para quedarse, y ya representan un 22 por ciento del parque mundial de smartphones. Buena culpa de ello la tiene el mercado asiático, especialmente el de Corea del Sur, y con vistas a dotar de más atractivo a estas gigantescas pantallas, la idea de dotarlas de una resolución de unos 2560 x 1440 pí­xeles (un estándar que conocerí­amos como WQHD) le viene como anillo al dedo para que la definición alcance cotas que sonaban a ciencia-ficción hace sólo unos meses.

Samsung

Para que nos hagamos a una idea, según calculan desde Phone Arena, estos dispositivos llegarí­an a alcanzar sorprendentes tasas de densidad de unos 560 puntos por pulgada. Si comparamos esto con los 326 dpi de los gama alta de Apple desde el iPhone 4 ””inaugurador de esta tendencia por dotar de una alta resolución a sus equipos”” el dato se hace todaví­a más reseñable. Serí­a en 2014 cuando viésemos los primeros dispositivos de esta naturaleza. Pero la cosa no se quedarí­a ahí­.

Samsung quiere aplicar otra vuelta a la tuerca de la ultra alta definición, y anticipan su objetivo de alcanzar resoluciones de unos 3840 x 2160 pí­xeles, que en caso de optimizarse para móviles, y a menos que éstos no sigan creciendo en tamaño, nos encontrarí­amos con í­ndices disparatados de unos 800 puntos por pulgada en 2015. Esto resulta tan inimaginablemente sorprendente como teóricamente inapreciable para el ojo humano.

Cuesta hacerse una idea de cómo un teléfono podrí­a gestionar toda la información que tenga que procesarse para mostrar imágenes, y sobre todo ví­deos, con semejante calidad de visionado, por no hablar de la adecuación con contenidos compatibles que hayan sido registrados con esa resolución. No obstante, el plan de Samsung pasa también por equipar a sus smartphones del futuro (y futuristas) de musculosas unidades que puedan administrar semejante chorro de datos. Para ello, la solución pasa por recurrir a procesadores de 64 bit. Esta tecnologí­a se ha estrenado en el iPhone 5S, y la multinacional surcoreana ya adelantó hace semanas que lleva tiempo trabajando en este tipo de chips.

Tal es así­ que se viene rumoreando que el Samsung Galaxy S5 serí­a el que hiciese gala por primera vez de una unidad de estas en la lí­nea premium del fabricante. Por decirlo de un modo accesible, los procesadores de 64 bit consiguen mover funciones de altí­simo rendimiento ””que hayan sido optimizadas para esto”” con mucha solvencia sin poner por ello en jaque a la autonomí­a del dispositivo. Supone un notable salto cualitativo en la tecnologí­a de procesadores para móviles, y parece que será la condición necesaria para que las pantallas UHD sean una realidad en los próximos equipos de referencia de esta compañí­a.

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