Continúa el incesable goteo de rumores de los esperadísimos nuevos terminales de gama alta de Samsung, Samsung Galaxy S5 y Samsung Galaxy Note 4. Según las últimas noticias aparecidas en medios de comunicación coreanos, la compañía estaría pensando en abaratar costes al introducir paneles de tipo PLS LCD en estos dispositivos.
Se trata de la misma tecnología que ya está presente en las tabletas de Samsung, como es el caso del Nexus 10 (fabricado para Google) y el Galaxy Note 10.1, y cuya producción se estima que cuesta un 20 por ciento menos. Así, se lograría abaratar el precio final de estos nuevos dispositivos y hacer frente a la cada vez más feroz competencia, que pugna con fuerza por arrebatarle a Samsung el trono en cuanto a ventas se refiere.
Actualmente, tanto el Galaxy Note 3 como el Galaxy S4 utilizan pantallas de tipo AMOLED, que en sus últimas versiones han conseguido igualar la calidad de los mejores paneles LCD pero manteniendo las ventajas de los OLED (como una mayor fidelidad de negros). En cambio, los paneles LCD muestran unos colores más naturales y requieren de menos energía en tareas como la navegación por páginas web. No obstante, estas últimas informaciones entrarían en conflicto con otros rumores que apuntaban a la llegada de paneles Super AMOLED con resolución 2K.
En la página web oficial de Samsung se enumeran las ventajas que la tecnología PLS (Plane Line Switching) trae consigo respecto a la retroiluminación LED, afirmando que la primera es superior y actualmente es la mejor del mercado. Se trata de un desarrollo propio de la compañía surcoreana, que en teoría mejora tanto la precisión y la calidad de la imagen frente a otra de las tecnologías estrella en los paneles actuales: IPS. Su ángulo de visión es capaz de llegar hasta los 178 grados, con una gama de color 100% sRGB y 16 millones de colores para lograr una fidelidad lo más real posible. El consumo es también hasta un 30% inferior al de IPS y se evita que el color se distorsione en algunas zonas, alcanzando un 90% de uniformidad con más tonos grises intermedios entre los blancos y los negros. Por último, el tiempo de respuesta, que se encarga de que no se veamos estelas cuando hay mucho movimiento en la pantalla, mejora hasta los 5 milisegundos.
El nuevo Samsung Galaxy S5 llegaría en abril de 2014 y no en el primer trimestre del año, como se venía pensando, y entre sus principales novedades podría incluir un procesador de 64 bits (al igual que el iPhone 5s, el único terminal que en estos momentos incorpora tal avance), una cámara de 16 megapíxeles y una carcasa metálica que rompería con la tónica de los modelos anteriores, basados en el policarbonato.
Por su parte, el Samsung Galaxy Note 4 incluiría una espectacular cámara de 20 megapíxeles y se presentaría en fechas similares a las del Galaxy S5. Ya solo queda esperar unos pocos meses más para saber qué rumores son ciertos y se convierten en realidad y cuáles acaban siendo desechados.