Hace nada menos que 25 años Samsung sacaba al mercado su primer móvil con pantalla analógica. Se trataba del SH100, y probablemente marcó un antes y un después en el mundo de la telefonía móvil a partir del año 1988. Por aquel entonces los teléfonos tipo «ladrillo» estaban a la orden del día, y lo que hoy es un producto completamente desfasado, por esos tiempos era una novedad a la que solamente podían acceder unos pocos privilegiados.
Seis años más tarde (en el año 1994) le tocó el turno al SH-770, un móvil que incluía una novedad espectacular para aquellos tiempos: una pantalla dividida en tres niveles en la que compartían espacio tanto iconos como números y letras. Si comparáramos esa pantalla con los smartphones actuales, probablemente no cubriría ni una quinta parte del tamaño de las pantallas de alta definición de más de cinco pulgadas que hoy en día se utilizan en los móviles.
El año 1998 supuso la llegada del SCH-800, un teléfono plegable que permitía realizar algo muy poco visto hasta aquel entonces: mandar mensajes SMS a otros móviles.
El año 2000 siguió en la línea de los teléfonos plegables con el SCH-A2000, con la peculiaridad de que este móvil incluía también una pequeña pantalla en la parte exterior de su tapa. Esta pantalla nos permitía ver la hora y nos permitía consultar si teníamos alguna llamada perdida. Sin lugar a dudas este diseño de móvil fue muy popular durante todos los siguientes años (¿quién no recuerda esos famosos Motorola plegables?).
Llegamos al año 2002, y con él recibimos con los brazos abiertos las pantallas a color (sí, hasta este año las pantallas eran en blanco y negro con algunas variaciones en verde y azul, pero igualmente seguían siendo solamente dos colores). El SCH-X430 incluía una pantalla en color y otra pantalla más sencilla en la parte exterior de su tapa. Unos meses más tarde se lanzó también al mercado el SCH-V300, otro móvil con una pantalla en color de 2.04 pulgadas (y hoy en día cualquier smartphone que esté por debajo de las cuatro pulgadas ya resulta pequeño).
Llegamos al año 2005, la época de oro de muchos países europeos. Durante este año Samsung nos sorprende con un móvil cuanto menos atrevido. Se trataba del SCH-B250, el cual incluía una pantalla de 2.2 pulgadas girable que además permitía acceder a emisiones de canales de televisión en directo.
Ya en el año 2009 entramos dentro de que lo vendría a representar la actual generación de smartphones. El SCH-W850 fue el primer móvil de la compañía surcoreana Samsung en incluir una pantalla táctil de 3.5 pulgadas.
A partir de ese momento comenzaron a llegar al mercado móviles que ya todos conocemos. Primero fue el Galaxy S en el año 2010, un smartphone con una pantalla Super AMOLED de 4 pulgadas y resolución de 800 x 480 píxeles. Dos años más tarde llegó el Galaxy SIII, un smartphone con una pantalla HD Super Amoled con resolución de 1280 x 720 píxeles.
¿Y qué se puede decir del año 2013? Primero fue el Galaxy S4 con su pantalla de cinco pulgadas Full HD Super AMOLED con resolución de 1920 x 1080 píxeles. Después, el Galaxy Note 3 con su pantalla de 5.7 pulgadas Full HD Super AMOLED y S Pen (lápiz digital).
¿Cómo sería la siguiente imagen correspondiente a los móviles del año 2020? ¿Cambiarán radicalmente o en cambio ya es prácticamente imposible que los smartphones sigan evolucionando en su diseño?