Con el paso del tiempo y el uso de nuestro smartphone Android, puede que el sistema se resienta y el dispositivo empiece a funcionar mucho más lento. Por suerte, gracias a la libertad que nos ofrece el sistema operativo de Google, podemos realizar algunas acciones para conseguir que nuestro dispositivo recupere la rapidez del primer día. Vamos a repasar algunos trucos para mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo Android.
Acelerar las animaciones
Algunas compañías, como Samsung, incorporan en sus capas de personalización animaciones que, si bien es cierto que le dan un aspecto mucho más interesante a la interfaz, pueden afectar al rendimiento del dispositivo. Sin embargo, estas animaciones se pueden desactivar. Lo primero que debemos hacer es activar las opciones de desarrollador. Para ello simplemente iremos a Ajustes y buscaremos la información de software. Pulsaremos siete veces sobre el número de compilación.
Nos aparecerá un nuevo menú llamado Opciones de desarrollador. Dentro de la multitud de opciones que tenemos, bajaremos la pantalla hasta localizar Escala animación ventana. Seleccionaremos la escala que mejor rendimiento ofrezca a nuestro dispositivo.
Borrar la caché
La memoria caché es una memoria de acceso rápido que se utiliza para guardar temporalmente los datos de las aplicaciones, proporcionando así un acceso más rápido a la información más habitual. Sin embargo, con el paso del tiempo la memoria caché se puede llenar y conseguir el efecto contrario. Por suerte, nuestros dispositivos Android nos permiten borrar la caché y dejarla inmaculada. A través del Gestor de aplicaciones de nuestro terminal podremos borrar la caché de las aplicaciones de forma individual. También es posible borrar todo lo que tengamos en caché acudiendo a Ajustes y después Almacenamiento. Aquí buscamos la opción Datos en caché.
Otra opción algo más radical es borrar la memoria caché del sistema. Borrar esta caché es algo más complicado, ya que tendremos que entrar en el menú Recovery del terminal. Para ello, apagamos el dispositivo y lo volvemos a encender pulsando a la vez el botón de encendido, volumen arriba y el botón principal. Una vez aparezca el menú de Recovery, utilizando las teclas de subir y bajar volumen podremos movernos por las opciones. Para seleccionar una opción utilizaremos el botón de encendido. Debemos buscar la opción Wipe cache partition. Cuando el proceso se haya completado, el terminal se reiniciará.
Cambiar el lanzador
Una de las formas más sencillas de mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo Android es cambiar el Lanzador o Launcher. Muchos de los lanzadores incluidos por las diferentes compañías ofrecen un rendimiento bastante bajo. En la Play Store tenemos multitud de lanzadores, como por ejemplo Nova Launcher, uno de los mejor valorados por los usuarios.
Desinstalar aplicaciones innecesarias
Muchas aplicaciones se ejecutan en segundo plano, incluso cuando están cerradas. Las aplicaciones de mensajería, por ejemplo, están siempre activas. Si se trata de aplicaciones que no utilizamos casi nunca, no tendremos mayor problema en desinstalarlas de nuestro terminal. Pero si son aplicaciones que sí utilizamos, aunque sea de vez en cuando, lo que podemos hacer es instalar un gestor de aplicaciones como Greenify. Esta utilidad gestiona las aplicaciones para conseguir un mejor rendimiento y una mejor autonomía.
Desactivar los Widgets
Los widgets que no utilizamos no tiene sentido ponerlos en la pantalla de inicio. Consumen batería, molestan y hacen que el sistema vaya más despacio. Por ello, si no los utilizamos, lo mejor es desinstalarlos. Simplemente tendremos que mantener pulsado sobre ellos y arrastrar a la papelera.
Con estas pequeñas acciones podremos mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo Android de forma fácil y rápida.
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