La empresa india Ringing Bells tiene preparado un producto para conquistar el mercado de los teléfonos inteligentes como nunca antes habíamos visto en la industria del teléfono móvil. Un dispositivo que se planta en el mercado por un precio de cuatro euros.
Con el objetivo comercial de conquistar los estratos más pobres de la sociedad rural india. Un teléfono inteligente y con pantalla táctil y con una serie de características que no tienen nada que envidiar a cualquier otro smartphone para el ridículo precio que gasta.
El nombre de este modelo es el The Freedom 251 y saldrá a la venta el próximo 30 de junio, solo en modo pre reserva, con el objetivo de tener un sondeo fidedigno de la demanda del teléfono. Al trabajar de forma tan agresiva en la economía de escala, quieren tener datos fieles sobre costes y márgenes comerciales.
En cuanto a sus características técnicas, desde luego sorprenden, dado el mínimo coste del The Freedom 251. Según el sitio de noticias tecnológicas TNW (todavía no hemos tenido la posibilidad de testear el modelo), el teléfono de la empresa india cuenta con una cámara trasera de nada menos que de ocho megapíxeles. Una relación calidad-precio muy superior a la de empresas del mercado como TP-Link. La cámara delantera si que es un poquito más corta, ya que no llega a los tres megapíxeles y medio.
Cuenta con una batería de 1.800 milihamperios, lo que en reposo da una autonomía bastante seria. Sus circuitos poco tienen que envidiar a cualquier modelo de gama baja. Un procesador de cuatro núcleos de un 1,3 GHz y un giga de memoria RAM. Su almacenaje total es de ocho GB.
Otra de sus características, muy típica en todos los teléfonos móviles comercializados en Asia en general, en su dual-SIM, con el que poder tener dos teléfonos en un solo terminal. Wi-fi, Bluetooth 3.0 y Android 5.1 completan las funciones del The Freedom 251.
Un móvil rodeado de polémica
En su pantalla de cuatro pulgadas y sus apenas cuatro dólares de coste final (impuestos incluidos) han entrado un buen número de polémicas desde que se anunciara su lanzamiento a finales de febrero de este año.
Y es que determinados ejecutivos de la compañía hindú afirmaron que con este terminal no pretendían ganar dinero, sino hacer una macro campaña de marketing con la que llegar a todos los estratos de la sociedad del subcontinente. Algo que según teóricamente violaría las leyes de competencia del país. Días después recularon y los mismos dirigentes afirmaron algo así como que era una forma de hablar, que obviamente pretendías sacar beneficios del The Freedom 251.
Este asunto abrió un segundo debate que llegó a la política india sobre el coste real tanto de los teléfonos inteligentes, como de sus componentes como de la mano de obra barata con la que estos smartphones serían fabricados. Estas son solo algunas de las polémicas que envuelven a un teléfono sin ninguno tipo de competidor hasta el momento en el mercado y que pretende romper a un público asiático con grandes bolsas de pobreza estructural sin acceso a a este tipo de productos.