Las consecuencias del famoso Brexit, que supondrá la salida de Inglaterra de la Unión de Europea, siguen dejando graves secuelas. La última trae como protagonista a Vodafone, pues uno de los gigantes mundiales de telefonía móvil ha advertido que podría abandonar su sede central, situada en Londres, en función de las condiciones que se den en las negociaciones entre Reino Unido y la Comunidad Europea.
“Es importante retener el acceso al libre movimiento de personas, capital y mercancías”, ha manifestado la cúpula de la empresa a través de un comunicado recogido por La Vanguardia. Ese libre acceso es precisamente lo que ha permitido la expansión de su red de telefonía hasta convertirse en lo que es en nuestros días. El mismo comunicado sostiene que “el pasado año, el 55% del beneficio procedió de sus operaciones europeas, mientras que el mercado del Reino Unido reportó sólo un 11%”, por lo que se lavan las manos en ese sentido.
“No está claro en este momento cuántos de los atributos positivos se mantendrán una vez que el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea quede completado”, continúa el comunicado. Asimismo el marco legal comunitario es “parte integral de operaciones de cualquier negocio pan-europeo”, sentenció.
La compañía, que opera en 26 países y emplea a 13.000 personas en el Reino Unido y 108.000 fuera, cree que aún es prematuro tomar una conclusión firme sobre el lugar definitivo de su sede, pero insiste en que ésta dependerá de las negociaciones. “La gran mayoría de nuestros 462 millones de clientes, 108.000 empleados y 15.000 proveedores están fuera de Reino Unido“, advierte Vodafone.
Cabe recordar que para iniciar una ruptura con la Unión Europea, Reino Unido deberá invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, según el cual se establece un periodo de dos años para iniciar la negociación de las condiciones de dicha ruptura entre las dos partes.
No obstante, hay que tener claro que se trata tan solo de una advertencia, ya que de momento nadie ha movido ficha y las condiciones de la ruptura tardarán en ver la luz. No obstante, la empresa de telefonía se ha empezado a mover mientras se aclara el panorama y ha comenzado a fortalecer sus actividades de política pública y regulatoria en Bruselas, garantizando que su negocio europeo no se vea afectado en un hipotético desenlace negativo de los acontecimientos, siempre según la información de La Vanguardia.
Posibles consecuencias
¿Cómo afectaría la marcha de Vodafone de Reino Unido? ¿Dónde se establecería la nueva sede central del gigante de telefonía? Para saber la respuesta a estas y más preguntas habrá que permanecer atentos, ya que a pesar del resultado del Brexit, lo cierto es que la incertidumbre que rodea a este tema hace que no se pueda dar demasiada información todavía.