La tendencia actual en el mundo de los smartphones se ha dirigido en bastante medida hacia su diseño, su innovación y su velocidad. Pero en el aspecto de su funcionalidad no muchas marcas parecen incidir, y tampoco el usuario medio parece muy preocupado de ello. Al margen de las últimas tendencias en protección al agua y polvo, los dispositivos móviles de última generación son ligeros y, en consecuencia, muy frágiles. Hemos asumido este tipo de inconveniente cubriendo nuestros teléfonos con fundas y cristales protectores. Pero. ¿y si ya pudiésemos tener esa protección en nuestro teléfono desde el principio? Ahí es donde entra en materia la empresa japonesa Kyocera para presentarnos su último lanzamiento, el Kyocera DuraForce Pro, un móvil preparado para la acción.
Resistir, sí, pero con rendimiento
Éste no es el primer «teléfono duro» (en inglés los llaman «rugged phones») que aparece en el mercado, cabe recordar la gama Xcover de Samsung, por ejemplo, pero lo cierto es que había un nexo común en todos estos teléfonos y era que la funcionalidad iba por delante de la potencia: así, nos encontrábamos con teléfonos útiles para cierto tipo de actividades, como realizar deportes extremos, o trabajar en condiciones de cierto peligro, pero que luego a la hora de usarlos no nos daban el rendimiento que podríamos necesitar, lejos de la llamada, el correo mail o el chat. Kyocera lo sabe, porque ya nos ha ofrecido otros teléfonos de este tipo en el pasado, y ahora nos quiere llevar un paso más hacia el equilibrio entre robustez y potencia con su DuraForce Pro.
Por un lado, encontramos en este móvil una protección extra mediante la goma que recubre su exterior unibody, el certificado IP68 de protección de agua hasta 2 metros y 30 minutos, también el certificado MIL-STD-810G que garantiza resistencia a sal, polvo, humedad, lluvia y radiación solar, además de una pantalla táctil que permite su uso con manos húmedas o guantes y una batería de 3240 mAh que aguanta hasta 20 horas de conversación 0 20 días en reposo.
Por el otro, en el Kyocera DuraForce Pro nos encontramos con una pantalla de 5 pulgadas con resolución Full HD, un procesador Qualcomm Snapdragon 617 de ocho núcleos, cuatro funcionando a 1,5 GHz y otros cuatro a 1,2 GHz, además de 2 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno. Nada mal para lo que nos tiene acostumbrado el sector. Pero nos falta aún otro de sus platos fuertes: la cámara. Con un sensor gran angular de 13 megapíxeles incorporado en la cámara trasera, y uno de 5 megapíxeles en la cámara frontal, podremos garantizarnos registrar nuestras actividades deportivas favoritas o unas vacaciones especiales con buena calidad de imagen (graba vídeo en Full HD), sin pasarnos el rato agobiados por si el teléfono se caerá al suelo, o a un charco, y se fastidiará todo. Un sensor de huellas dactilares, conexión 4G y un sistema operativo Android 6.0 Marshmallow completan el cuadro con unas condiciones que, si bien mantienen este dispositivo dentro de la gama media, lo ponen a un nivel más alto en relación a otros teléfonos de esta franja. Su lanzamiento en España es inminente y su precio rondará los 350 euros.