Un curioso capítulo del culebrón del Galaxy Note 7 llega al saber que hay muchos usuarios que no están dispuestos a participar en el segundo programa de reemplazo, y prefieren quedarse con su terminal, aún conociendo los riesgos. Unos pocos locos, estaréis pensando. Pues según una estadística del diario surcoreano Korea JoongAng Daily, esa cantidad podría ascender al millón de personas, debido, según este diario, a que la mayoría de usuarios no quieren cambiar su terminal al no encontrar ningún otro mejor por el que cambiar. A todo ello habría que añadir casos reportados en EEUU de usuarios negándose a devolver el producto, así que podría ocurrir que nos encontráramos con una cifra incluso superior. Y es que un millón de personas es una cifra sorprendentemente grande, aún teniendo en cuenta que Samsung llegó a vender 25 millones de su Galaxy Note 7, del que tiene esperanzas de hacer una recogida del 100%, aunque ya vemos que las cosas no le están saliendo como esperaba. Recordamos que Samsung ofrece cambios automáticos por un Galaxy S7 garantizando el pago de la diferencia, y a los usuarios que lo deseen, se les garantiza un desembolso de la cantidad completa.
La decisión de mantener el teléfono que ha cancelado su producción y cuyo fabricante ha pedido apagar y devolver de manera explícita es cuanto menos dudosa, ya que supone un peligro manifiesto para los propios usuarios y la gente que les rodea. Samsung ha montado incluso una red de puestos en aeropuertos ya que muchas aerolíneas se niegan a embarcar a pasajeros con ese teléfono encima. Cualquiera que se negara a devolverlo tendría, además de problemas de seguridad, problemas de movilidad.
Características únicas
Lo cierto es que el Samsung Galaxy Note 7 fue (ya se debe decir en pasado) un terminal estupendo, con unas características rompedoras que lo hacían la gran promesa de los teléfonos en 2016: una potente cámara de 12 megapíxeles con apertura f/1.7, un procesador Exynos 8890 de ocho núcleos con 4 GB de RAM, una pantalla curvada de 5,7 pulgadas, resolución Quad HD y protección Corning Gorilla Glass 5, resistente al agua y con un diseño muy atractivo. Nada de esto justifica la actitud de quedarse con un dispositivo potencialmente defectuoso, pero puede explicar el apego en ciertos usuarios al terminal, bajo la premisa de que “tal vez no ocurra en todos los teléfonos”, lo cual puede ser cierto, pero no deja de significar jugar con la seguridad propia y de otros.
Hasta el 31 de diciembre
Para todos aquellos usuarios que todavía tengan dudas sobre si mantener este producto a sabiendas de las complicaciones que les puede acarrear, es importante informarles de que el último programa de reemplazo de Samsung estará vigente hasta el 31 de diciembre de este año. A partir del año 2017, los usuarios que sigan teniendo el dispositivo estarán solos, sin garantías ni soporte. ¿Vale la pena este riesgo por un móvil, sea lo bueno que sea?