Todavía faltan unas cuantas semanas, pero el lanzamiento del Samsung Galaxy S8 está cada vez más cerca, así que no es extraño que vayan apareciendo rumores. Hoy tenemos datos interesantes sobre la pantalla de este dispositivo. Un informe nuevo nos indica que el Samsung Galaxy S8 se dará a conocer en dos versiones distintas, una con pantalla de 5,1 pulgadas (como el Samsung Galaxy S7 actual) y otra de 5,5 pulgadas (idéntica a la del Samsung Galaxy S7 edge), aunque ambas prometen extender hacia los bordes como pantallas curvas.
Parece que la pantalla de ambos equipos tendrá una extensión superior, gracias en parte al hecho de que se trate de un panel curvo y al hecho de que la tecla de inicio y el sensor de huellas dactilares puedan incorporarse directamente en la pantalla. Y aunque esta es la versión más extendida, existe otra fuente que apunta a un cambio radical en el tamaño de las pantallas para las dos versiones del Samsung Galaxy S8. La primera tendría unas dimensiones de 5,7 pulgadas y la segunda, sería de 6,2 pulgadas. Las dos, eso sí, funcionarían a través de la tecnología OLED, podrían durar más y serían hasta un 30 por ciento más eficientes. Esto repercutiría directamente en la autonomía del equipo, que podría experimentar mejoras importantes (no hay que perder de vista que la pantalla es una de las partes del teléfono que más energía consume).
¿Y qué hay con respecto al sensor de huellas dactilares? Pues bien, ya te hemos indicado que muchos rumores apuestan por que el sensor deje de estar incrustado en el botón de inicio. De hecho, existen un par de empresas coreanas (CrucialTek y Synaptics) que ya han presentado nuevos diseños de escáneres dactilares que se instalan por debajo del vidrio. Es una opción para el Samsung Galaxy S8, aunque mucho nos tememos que se trata de una característica compleja de desarrollar y que quizá Samsung tenga que tomarse su tiempo para introducirla en su dispositivo estrella. Por ahora es imposible determinar cuáles son las intenciones del fabricante.
Otra cuestión importante tiene que ver con el sistema de carga. Y es que según parece, los dos Samsung Galaxy S8 que la firma tiene previsto dar a conocer funcionarían a través de un sistema de carga inalámbrica de tres bobinas, que destacaría por ser mucho más eficiente. En cualquier caso y a falta de conocer más detalles, parece que el rediseño que experimentará la octava generación del Samsung Galaxy S será significativo, algo que, por otra parte, ya habían predicho algunos rumores.
El teléfono, además, podría llevar integrado un sensor de iris (el mismo que ya hemos probado en el Samsung Galaxy Note 7) que nos serviría para desbloquear ciertas funciones o identificarnos de una manera totalmente segura. El procesador elegido para la ocasión podría ser un Exynos 8895, capaz de combinar su rendimiento con una tarjeta gráfica (GPU) Mali-G71 y 6 GB de memoria RAM. Se espera un doble sensor para la cámara fotográfica y mejoras importantes en el apartado de la batería.