Llega una nueva patente de Apple, en esta ocasión con la intención de avisarnos en caso de rotura de nuestra pantalla, aunque esta sea del tamaño de un simple pelo. Así como suena, la intención de los fabricantes del iPhone es intentar que evitemos que por culpa de una factura mínima acabemos teniendo que cambiar todo el display por completo.
Una de las grandes quejas de los usuarios con la llegada de los nuevos teléfonos, con respecto a los que había años atrás, es la fragilidad de sus pantallas. De hecho, si haces memoria, seguramente se te venga a la cabeza la pantalla de algún conocido que tenga una brecha o ese mosaico precioso en forma de rotura en pequeños trocitos. La solución para esto siempre es la misma, un cambio entero de la pantalla que no es nada económico.
Así ha sido como Apple ha decidido elaborar una nueva patente, a la que ha llamado “Coverglass fracture detection”. El sistema que han desarrollado utiliza varios sensores apoyados por un software que detectaría la formación de alguna brecha, o una rotura potencial, en una cubierta de protección. Es decir, que nos avisaría en el caso de que se pudiera fracturar nuestra pantalla.
Un intento de solución al problema que quita el sueño a muchos usuarios
Pocos son los teléfonos que no tienen hoy en día un protector de cristal templado, además de una buena carcasa con la que proteger nuestros teléfonos móviles. Y es que como bien apuntan desde Apple, la pantalla es uno de los componentes con mayores opciones de romperse cuando el dispositivo sufre de fuerzas externas. Aunque se ha investigado, y mucho, sobre este particular, de hecho cada vez se desarrollan materiales más robustos para la pantalla, los desarrolladores todavía no son capaces de determinar qué es lo que hace que se rompa la pantalla. Obviamente, una caída siempre es una causa de fuerza mayor.
Así sería como esta patente llega con unos sensores que rodearían la pantalla para detectar alguna rotura, o fisuras que no se vean a simple vista. También habría otros elementos que irían debajo de la cobertura de cristal y que enviarían vibraciones para tener controlados algunos sectores de la pantalla. Así es como gracias a esta vibración se podrían detectar fracturas o cualquier otro defecto dependiendo siempre de cómo sea la respuesta a la vibración.
También contará con unos emisores en el extremo de la pantalla que podría mostrar pulsos de luz hacia unos sensores asociados en un extremo opuesto. Unas mediciones que se toman gracias a la luz propagada a través de la pantalla, que sería otra manera de buscar imperfecciones en la misma. Desde Apple explican que estas lecturas de luz son útiles para la temprana detección de roturas que van del interior de la cubierta de la pantalla.
Un sistema de detección exacto
Este sistema de detección es capaz de diferenciar entre las grietas de los simples rascazos en la pantalla, esos dichosos rayones que salen si no somos cuidadosos. También podrá indicar la profundidad de la fractura, la longitud de la misma, su ancho y por último la velocidad de propagación.
En cuanto se detecte una grieta, el sistema puede ser configurado para que recibamos una notificación y localizar exactamente la ubicación dañada en la pantalla. Además, puede enviarnos un mensaje por el que nos indicaría si algún sensor o cualquier otro dispositivo ha quedado inutilizado por culpa de este agrietamiento.
De hecho, podría necesitar la confirmación del usuario de esa grieta en pantalla, pidiéndonos que marquemos un círculo alrededor del área con el dedo. Esta información serviría para completar el diagnóstico de los sensores. La intención de Apple podría ser apoyarse en estos datos para desarrollar una pantalla más robusta.
Ahora mismo se desconoce si Apple busca introducir el sistema en sus teléfonos y ponerlo a disposición de los consumidores, pero lo cierto es que se trata de un problema real. Aunque hay que destacar el negocio que supone para ellos cambiar las pantallas, algo que hace que muchos aumenten la garantía de sus teléfonos.
Vía: AppleInsider