El Samsung Galaxy S5 fue presentado en sociedad en febrero de 2014. Desde entonces, ha recibido un buen número de actualizaciones de sistema operativo.
Pero ahora, tanto tiempo después de haber salido al mercado, ya no recibe actualizaciones importantes. De hecho, no recibirá más versiones de Android. Lo que significa que funcionará hasta el final de sus días con Android 6 Marshmallow.
Pero en las últimas horas, los usuarios que todavía permanecen fieles al Samsung Galaxy S5 han recibido una buena noticia. Y es que Samsung acaba de poner en marcha una actualización de seguridad para los usuarios europeos. Se trata de un paquete de datos que trae el último parche de julio.
Si bien es cierto que no se actualizará con más versiones de Android, hay que indicar que Samsung no ha dejado nunca de prestar apoyo al Samsung Galaxy S5. La última actualización de seguridad fue hace justo cuatro meses, con una serie de mejoras y correcciones correspondientes al mes de marzo.
Actualización de seguridad para el Samsung Galaxy S5
La actualización de seguridad correspondiente al mes de julio es un paquete de mantenimiento, que pone al día la versión del sistema operativo. En total, se corrigen un total de 65 vulnerabilidades y exposiciones comunes (CVE) en el propio Android.
Luego Samsung también ha aprovechado para introducir un total de 16 correcciones para vulnerabilidades detectadas en el propio software de la firma.
De momento, la actualización todavía no ha llegado a España, pero se está desplegando por los principales países europeos. Lleva el código de versión G900FXXU1CQG1, de modo que si recibes una notificación con este número de actualización, es que se trata de la misma.
Si tienes un Samsung Galaxy S5 y quieres actualizarte, todo lo que tienes que hacer es ser paciente y esperar. Porque la actualización llegará de manera progresiva a todos los usuarios. Sea como sea, siempre puedes comprobar su disponibilidad accediendo a Ajustes > Sobre el dispositivo > Actualizaciones > Actualizar ahora.
Por lo demás, acuérdate de:
- Tener cargada la batería del equipo. Asegúrate de que, como mínimo, esté a un 50% de su capacidad. Debes evitar que el dispositivo se apague inesperadamente durante el proceso.
- Estar conectado a una red WiFi que pueda proporcionarte estabilidad durante la descarga. No promete ser muy pesada, pero siempre es recomendable hacerlo así.
- Haz una copia de seguridad de tus datos y configuraciones más importantes, porque cualquier proceso de actualización siempre es delicado.