La Policía Municipal de Madrid, Leganés y Getafe acaba de desmantelar una organización que se dedicaba a engañar a los usuarios de teléfonos móviles vendiéndoles equipamiento falso. Son seis personas, todas ellas de procedencia china, las que han sido detenidas, acusadas de un delito contra la propiedad industrial y de grupo criminal. Este grupo de personas operaban en un taller en el que fabricaban pantallas táctiles para móviles de manera clandestina. Se han incautado medio millón de artículos falsificados, además de ocho automóviles de alta gama, documentación y dinero en efectivo. según informa ABC.
Así operaba el grupo criminal que falsificaba pantallas de móviles
Fue en febrero de este año cuando la Policía de Madrid tuvo conocimiento de que una tienda especializada del centro de la ciudad estaba vendiendo mercancía falsa de marcas reconocidas en el mundo de la tecnología. El origen de todo este material falsificado se situaba en dos locales de la localidad de Fuenlabrada, regentados por dos ciudadanos de procedencia china, que vendían accesorios para los teléfonos móviles. Los brazos de la trama de falsificación de accesorios no terminan en Madrid capital sino que se extienden más allá: se han hallado también tres naves industriales en la localidad de Illescas, en Toledo, donde se almacenaba parte del catálogo, además de cuatro viviendas en Leganés y Getafe.
e ‘grupo criminal’ al tener una estructura reconocible y sólida, mediante la cual llevaban a cabo todo el proceso de manipulación de los materiales, recibidos desde China, para hacerlos pasar por auténticos, además de la distribución de los mismos a los distintos canales y su posterior venta final al público. Además la investigación ha ofrecido detalles en relación a, por ejemplo, las extremas medidas de seguridad que aplicaba el grupo criminal para no ser intervenidos: se realizaban labores de vigilancia, desde los domicilios donde almacenaban los productos falsos, para contrarrestar la propia de la Policía. Además el personal iba rotando eventualmente, además de los vehículos usados para el transporte y los domicilios usados como almacenes.
Los productos falsos que eran vendidos por este grupo, traían colocadas unas pegatinas que ocultaban el lugar donde figuraba la marca cuyos derechos se veían vulnerados. Cuando el cliente compraba un artículo y retiraba esa pegatina se encontraba con la triste realidad: el producto era de otra marca y no de la que ellos creían haber comprado.
En el momento en el que se hicieron efectivos los registros, las naves se encontraban abiertas al público con trabajadores que no contaban con permiso de residencia ni trabajo requerido. Además fue hallada maquinaria necesaria para la fabricación y montaje de pantallas de móviles. Tras finalizar los registros, la Policía se había hecho con 500.000 artículos falsificados, entre los que destacaban carcasas, fundas, cargadores, cables, adaptadores y pantallas táctiles. El valor total de la mercancía requisada, a la que hay que añadir ocho vehículos de alta gama y 8.315 euros en efectivo asciende a 18 millones de euros.
La investigación sigue en curso a pesar de la detención de estas seis personas implicadas, debido a que se tiene la sospecha de que los beneficios económicos de la actividad eran, posteriormente, blanqueados a través de empresas pantalla.