El Galaxy Z Flip es la segunda apuesta del fabricante surcoreano en el mercado de los teléfonos con pantalla plegable. A diferencia del Galaxy Fold, el último lanzamiento de Samsung se dobla en el eje horizontal respecto al sistema de ejes cartesiano. De esta manera, el tamaño del dispositivo se reduce prácticamente a la mitad para facilitar su almacenamiento en un bolsillo convencional. Lo que probablemente no sabías es que el teléfono cuenta con una bisagra oculta que hace que el chasis pueda sostenerse en diferentes ángulos y que además se limpia sola.
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Esta bisagra es la responsable de hacer que el cuerpo del Galaxy Z Flip se mantenga en forma de ‘L’ sin apenas inmutarse. Ahora la compañía ha desvelado el funcionamiento de la bisagra al detalle, una bisagra que además se vale de un sistema de filtros capaces de retener el polvo y la suciedad.
Dual CAM y Sweeper, las dos tecnologías de la bisagra del Samsung Galaxy Z Flip
Para solucionar los problemas presentes al doblar un chasis tan pequeño, la compañía ha patentado un sistema denominado Dual CAM.
Lo que consigue este sistema es un plegado progresivo que además es compatible con diferentes posiciones. Esta es la principal diferencia con respecto a un interruptor común. Mientras que su mecanismo solo soporta dos posiciones (apagado y encendido), el atenuador integrado en la bisagra del Samsung Galaxy Z Flip permite obtener un control casi milimétrico de la inclinación en un tamaño ínfimo.
Por encima de este mecanismo se encuentra un recubrimiento que oculta la bisagra del teléfono haciéndola invisible ante el ojo humano. Esta decisión va más allá de las convicciones estéticas de la compañía. De hecho, parte de la funcionalidad del sistema Dual CAM se centra en impedir la introducción de suciedad en los ejes de rotación. Es en este punto donde actúa la tecnología Sweeper.
Tal y como indica su propio nombre, esta tecnología se encarga de «barrer» la suciedad de dentro hacia afuera. Su funcionamiento es muy parecido al que ofrecen las fibras barredoras de las aspiradoras; la marca reconoce incluso haberse inspirado en este sistema. Estas fibras tratan de repeler las partículas de polvo y suciedad barriendo todo lo que entra en la bisagra hacia afuera. No limpian solas, pero casi.
Con esta solución tan curiosa, Samsung ha logrado obtener una durabilidad mínima de 200.000 pliegues. Esto no solo se debe a la resistencia de la propia bisagra, sino a la flexibilidad de las fibras insertadas en el filtro del sistema de barrido.
