Hace una semana te contábamos en esta misma página que la taiwanesa HTC «pisa el acelerador» para poner al día el que fue su móvil más popular del año pasado, el HTC Desire. Y es que después de meterse en un pequeño jardín, los chicos de la multinacional acabaron aclarando que aquel exitoso terminal se actualizará a Android 2.3 Gingerbread, la última versión del sistema operativo para móviles inteligentes desarrollado por Google.
Ya después de que te dijésemos que desde principios de mes se estaban llevando a cabo las pruebas pertinentes para comprobar qué tal funciona Gingerbread en el HTC Desire, desde Unwired View confirman que a lo largo de este mes empezará a liberarse la sonada actualización, que irá llegando a los dispositivos de forma escalonada en función de si se trata de un terminal liberado o sometido al firmware de algún operador. Además, ya sabes, la puesta al día del sistema se ejecutará mediante OTA (actualización inalámbrica).
La polémica sobre la actualización del HTC Desire a Gingerbread comenzó cuando el fabricante reconoció en su perfil de Facebook que no actualizaría el terminal a esa versión de Android, alegando que el móvil carecía de los recursos suficientes para poder rendir como debiera con esa edición de la plataforma.
Pero poco tardaron en recular desde HTC, y en menos de 24 horas corrigieron el comunicado afirmando que sí que actualizarían el sistema, ante el aluvión de críticas que le llovieron de parte de dueños de un HTC Desire que podría haberse quedado obsoleto.
Y de hecho, las críticas no estaban carentes de argumentos: el HTC Desire ofrece una potencia mayor que los nuevos móviles de gama media de la firma, los HTC Salsa y HTC ChaChaCha, que, sin embargo, salen a la venta con Android 2.3 Gingerbread y HTC Sense 3.0 (la nueva y comodísima interfaz personalizada de HTC para Android) de serie.