iPhone 5

El iPhone 5 hizo su aparición ayer, miércoles 12 de septiembre. El dispositivo ya fue completamente radiografiado por parte de rumores y filtraciones, y apenas se dejó ningún punto por tocar entre las caracterí­sticas que se fueron conociendo con cuenta gotas durante las semanas precedentes.

Es el nuevo pura sangre de Apple, con el que competirá contra los Samsung Galaxy S3, Samsung Galaxy Note 2, Sony Xperia T, Nokia Lumia 920 y Samsung Galaxy Nexus. Para ello, se vale de un perfil muy atractivo, renovando su pantalla, presentando un diseño más delgado y ligero y optando por más potencia en su procesador. No obstante, algunos puntos de su configuración han generado polémica por la decepción que han podido producir en parte de su parroquia. Veamos cinco de ellos.

Puerto Lightning

La nueva toma propietario del iPhone 5 ””que muy presumiblemente formará parte de las caracterí­sticas del también rumoreado iPad Mini”” ahora es más rápida y más pequeña. Esto, que deberí­a entenderse como algo positivo, ha resultado ser un jarrazo de agua frí­a. Para empezar, no es compatible con la inmensa familia de accesorios y altavoces dedicados que sí­ que le han valido a las cinco generaciones anteriores de manzanófonos.

Además, para poder emplear algunos de éstos, habrí­a que hacerse con un adaptador que cuesta 30 euros. Y en caso de que recurramos a este apósito ortopédico, en muchos casos el teléfono, que es más alto, no serí­a del todo estable ni encajarí­a bien en la base diseñada para dock. Buen negocio, sin duda.

iPhone 5

LTE ¿para todos?

Apple suma a su familia de teléfonos la conectividad de cuarta generación LTE ””Long Term Evolution””. Teóricamente, este estándar consigue desarrollar tasas de descarga de datos de hasta 100 Mbps. Teóricamente, decimos. Y no sólo porque esto quede expensas del soporte de la red regional donde opere el dispositivo, sino también de la compatibilidad misma.

Y es que el iPhone 5 sólo puede conectarse a redes LTE en Europa sobre suelo alemán o británico, donde está habilitada la banda de frecuencia de 1.800 MHz que reconoce el teléfono. En la práctica, en España no se podrá usar la red 4G ni ahora, que no está abierta a los usuarios, ni en el futuro, por no funcionar sobre la banda que reconoce el móvil de Apple.

Sin noticias del NFC

Quizás el punto ausente más destacable de la configuración del iPhone 5 en función a lo descrito a través de rumores y filtraciones ha sido el del NFC. El chip de comunicación por proximidad es casi una asignatura obligada entre los móviles de gama alta del resto de la competencia. Pero Apple ha pasado de puntillas sobre este capí­tulo, y parece no estar interesada en integrar esta tecnologí­a por el momento. Con esto, se pierde la oportunidad de emplear este estándar con el que compartir datos y convertir el teléfono en una pasarela para pagos electrónicos.

iPhone 5

Un formato obsoleto

Se daba por hecho que el iPhone 5 tendrí­a una pantalla de cuatro pulgadas. No obstante, aunque habí­a pocas dudas al respecto, esto no quita el hecho de que Apple sigue empecinada en no ponerse al dí­a con los paneles de gran formato, la tendencia entre los dispositivos de gama alta.

Los de Cupertino no se desembarazan del argumento del pulgar ””hacer accesible todo el panel al control con el pulgar si sostenemos el dispositivo con una mano””, y por ello sólo han dado su brazo a torcer ampliando las dimensiones de la pantalla del iPhone 5 a lo largo. Esto ha traí­do como consecuencia el que, durante un tiempo, las aplicaciones diseñadas para todas las generaciones anteriores del teléfono aparezcan ahora con dos bandas negras, con vistas a no deformar la imagen, algo que ya le es familiar a los usuarios del iPad que se hayan hecho con apps diseñadas para el iPhone.

Autonomí­a: bien, pero…

Según los datos oficiales de Apple, la baterí­a del iPhone 5 garantiza el mismo rendimiento que su predecesor. En términos teóricos, esto supone poco menos de diez dí­as en reposo y unas ocho horas en conversación. No está nada mal, aunque si lo comparamos con lo que presenta su competencia directa, los de Cupertino pueden llegar a quedarse por debajo del listón. Pensemos, por ejemplo, en el Samsung Galaxy S3 y sus más de diez horas de duración en uso ””más de doce, según los í­ndices oficiales.

Con el Motorola Razr MAXX no puede ni siquiera presentar batalla, y lo mismo ocurre si comparamos con el Samsung Galaxy Note o el Note 2. No obstante, hay que romper en este punto una lanza en favor del iPhone 5, que aunque no dé la talla en autonomí­a, al menos presume en contrapartida de una ligereza muy notable.

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