Y no es solo un decir. Después de abandonar su sistema operativo propio y los terminales con teclado, el pasado mes de septiembre Blackberry anunciaba que dejaba de fabricar teléfonos móviles. A la par que hacía esto, presentaba su última fabricación propia, el Blackberry DTEK60, teléfono que por fin ha llegado a nuestro país. Pero lo cierto es que ni siquiera este teléfono «postmortem» está realmente fabricado por ellos, sino por la marca TCL. De hecho, el DTEK60 es un calco del modelo TCL 950, con un lavado de cara, alguna personalización de software y una subida de precio hasta los 580 euros. Así que sí, podemos decir claramente que en este teléfono solo encontramos a Blackberry en el nombre.
Dicho esto, toca analizar el teléfono en sus características, y hay que reconocer que el producto final es más que decente. Para empezar, una estética cuidada que nos recuerda un poco a la gama Nexus, y ahora al Pixel, con una pantalla táctil AMOLED de 5,5 pulgadas con cristal resistente a arañazos y una resolución Quad HD (1440 x 2560 píxeles). El terminal es bastante fino, 7 mm, 0,1 mm más fino que un iPhone 7, aunque sensiblemente más pesado, 165 gramos (frente a los 138 del iPhone 7). En el hardware interno nos llevamos una agradable sorpresa al encontrar un procesador Qualcomm Snapdragon 820 de cuatro núcleos funcionando a 2,15 GHz cada uno, con 4 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno ampliable a través de microSD. En el software, un sistema operativo Android 6.0.1 Marshmallow con aplicaciones propias de Blackberry incluidas y centradas en la seguridad: control de datos, privacidad y encriptación de contenido. Parece que esta ha sido la gran aportación de Blackberry al teléfono.
Nuestra atención se centra entonces en la cámara de este Blackberry DTEK60. La principal tiene un sensor de 21 megapíxeles, con apertura f/2.0, enfoque automático de detección de fase, HDR, flash LED Dual Tone y la posibilidad de grabar vídeos en 2k a 30 fps. Delante tenemos una cámara con un sensor de 8 megapíxeles, una apertura de f/2.2 y la posibilidad de grabar vídeos en Full HD. Además, el dispositivo ofrece altavoces con sonido estéreo, un sensor de huellas dactilares en la parte trasera, USB tipo C y Bluetooth 4.2.
Para terminar, hablamos de la autonomía: 3000 miliamperios de batería no extraíble que garantizan hasta 26 horas de conversación y 336 horas en reposo, y que además admite la tecnología Quick Charge 3.0 de carga rápida. La suma de todo lo dicho conforma un teléfono potente, rápido, con buena cámara y prestaciones punteras. Todo ello por 580 euros, IVA incluido, ya disponible en la web de Blackberry. Además, cuenta con el regalo de una funda de cuero, para recordar ese tacto tan característico de muchos de sus teléfonos antiguos, cuando eran una de las empresas más importantes de telefonía del mundo. Ahora, Blackberry es una marca en declive que nos presenta un muy buen terminal pero que no sabemos muy bien qué hacer con él. ¿Tiene sentido comprar un teléfono reconvertido de otra marca? Muchos dirán que no. ¿Qué decís vosotros? ¿Qué os parece este último teléfono de Blackberry?