El HTC Wildfire S es la renovación de uno de los superventas de la taiwanesa HTC en 2010, el HTC Wildfire. Es un teléfono compacto, manejable y que ofrece muchas de las funciones estrella que podríamos esperar de un móvil inteligente, aunque en pequeñas dosis: ahí reside gran parte de su éxito.
Otra faceta de su excelente penetración en el mercado es su precio. Y es que no hay que recurrir a grandes esfuerzos o complicadas combinaciones de tarifas, compromisos y condiciones por parte de un operador para hacerse con el HTC Wildfire S a muy buen precio. Y tan buen precio que puede incluso ser gratuito.
Tal es el caso de Vodafone. La operadora roja ha renovado las opciones de compra del HTC Wildfire S en sus modalidades de portabilidad, nuevas altas y migraciones de prepago a contrato. Respecto a la primera opción, pocas matizaciones cabe señalar.
Siempre y cuando nos ajustemos a un compromiso de permanencia de dos años y contratemos una de las tarifas de voz y datos, el HTC Wildfire S será nuestro por cero euros, independientemente de la cuenta de llamadas y navegación que solicitemos.
La cosa cambia si en lugar de hacernos con una tarifa de contrato pospago optamos por una cuenta de tarjeta prepago. En ese caso, el HTC Wildfire S nos va a costar entre 150 y 170 euros, en función de la tarifa que queramos asociar a este móvil táctil con sistema operativo Android.
Es el mismo margen de precios que nos encontraremos en caso de que cursemos una nueva alta, siendo el coste menos económico el que se refiere a la tarifa @XS, que exige un gasto mínimo mensual de 23,6 euros. Para el resto de combinaciones, el HTC Wildfire S costará 150 euros.
En la migración, los 170 euros del HTC Wildfire S vinculados a la tarifa @XS caen hasta los 30 euros, que se convierten en diez euros si optamos por la tarifa @S -con un gasto mensual de 37,8 euros en concepto de consumo mínimo-.
Para el resto de tarifas, este smartphone vuelve a estar a nuestra disposición por cero euros, siempre y cuando no perdamos de vista que se nos penalizará si abandonamos la compañía dentro de los dos años posteriores a la firma del contrato.