Para evitar reflejos, los terminales donde la pantalla protagoniza una parte importante del diseño frontal del dispositivo recibe un tratamiento mediante polarización que busca evitar pérdidas de visión en condiciones de luz solar directa.
Ante esto, se acaba por desarrollar un ángulo muerto cuando se contempla el panel con gafas que también esté polarizadas. Sabiendo esto, los fabricantes desplazan este espacio en negro hasta una situación que, por lo inhabitual de su uso, moleste lo menos posible, situándose en un margen cercano a la inclinación del 45 por ciento respecto a la vista frontal del usuario ante el dispositivo.
No obstante, con el nuevo iPad este ángulo muerto se ha ubicado en una inclinación muy próxima a la vista en vertical, de modo que si estamos en el exterior y llevamos gafas de sol polarizadas, asistiremos a lo que literalmente podríamos advertir como un apagón en la pantalla de la tercera generación de tabletas del iPad. Esta situación no va a darse si observamos el panel en orientación apaisada, sino que sólo surgirá el problema cuando desplacemos el ángulo en una inclinación progresiva hacia los 90 grados respecto a la perspectiva horizontal.
Parece que el problema que se ha advertido en el nuevo iPad está ligado al hecho de que funcione con un panel IPS. La tecnología IPS emplea un sistema de luz interna polarizada, pensada para permitir precisamente que los contenidos puedan verse sin problemas a pesar condiciones de luz solar directa en el exterior. No obstante, a la hora de desplazar el ángulo muerto que se percibe en las condiciones descritas, habrían situado éste en un punto que liquida la visión si usamos gafas polarizadas.
Según detallan desde el sitio DisplayMate, especializados en el testeo y análisis de pantallas, la situación ha llegado a reproducirse en algunos casos con el propio iPad cuando se orienta el terminal en horizontal, mientras que otros dispositivos directamente no sufren esta incidencia, independientemente del ángulo de inclinación ””citan al iPhone 4 y a los Samsung Galaxy Tab””.
Con esto, ya son un buen puñado los motivos de crítica que se han agolpado en torno al nuevo iPad. Como ya sabrás, el dispositivo con el que Apple actualiza su catálogo de tabletas ha sido el centro de críticas por la gestión de su batería, así como por problemas de sobrecalentamiento y un funcionamiento errático de la conexión Wi-Fi. En los dos primeros casos, la compañía de Cupertino ha salido al paso indicando que ambas situaciones entran dentro de lo que ellos consideran condiciones de normalidad.
El prolongado tiempo de carga se debe al aumento en el amperaje de la batería del nuevo iPad, y la falsa notificación de carga completa tiene que ver con un sistema de seguridad pensado para poder prolongar la vida útil de la unidad. Por otro lado, el sobrecalentamiento no sería tan según Apple, que ha señalado que los índices de calor que emana el dispositivo están dentro de los límites expuestos en las especificaciones del dispositivo.
En el caso de los problemas que registra la conexión Wi-Fi, sí que han admitido que hay unidades defectuosas, invitando a los usuarios a cambiar los terminales que aquejan el fallo. También llegó a recibir críticas por la configuración de la conexión LTE de cuarta generación, que en Europa no es operativa a causa de las bandas de frecuencia sobre las que funciona. En Australia, incluso, ha tenido que hacer frente a denuncias por publicidad engañosa.
No importa, yo hice cola 7 horas y no me importa que haya comprado una castaña llena de fallos.