La caída en barrena de la taiwanesa HTC parece imparable. Y lejos de coger el toro por los cuernos, la compañía parece empecinada en seguir insistiendo en los fallos que le están valiendo un notable retroceso respecto a la competencia. Dos vienen siendo los puntos que determinan la caída en ventas, según se deduce de la estrategia de los últimos años: la falta de una política de marketing que ayude a posicionar sus terminales y la recurrencia a precios que los hacen muy poco competitivos. Con los nuevos, HTC Desire 700 y HTC Desire 501, recientemente presentados en Taiwán, insiste: móviles de gama media con un interesante perfil técnico que sacan los pies del tiesto cuando se dice lo que cuesta comprarlos.
El HTC Desire 501 es el más sencillo de los dos. Continúa la línea de diseño de los equipos que presentó el año pasado, apostando por una gama de acabamos cromáticos con detalles grabados que los hacen bastante bonitos. La pantalla es de 4,3 pulgadas y la resolución llega a los 800 x 480 píxeles. En su interior se aloja un procesador de doble núcleo a 1,15 GHz acompañado por un GB de memoria RAM.
Las cámaras de fotos suponen lo más interesante de sus prestaciones: un par de sensores de ocho y dos megapíxeles se sitúan en la espalda y frontal del equipo, respectivamente, completándose las principales características con un cuadro de conectividad liderado por sensores Wi-Fi, 3G y NFC. Dispone de ocho GB de memoria interna y la batería anticipa una autonomía razonable, gracias a sus 2.100 miliamperios.
El problema está en el precio: 9.900 dólares taiwaneses que al cambio actual, respetando la traducción de divisas, se sitúa próximo a los 250 euros. En moneda norteamericana, llega a los 334 dólares. Ello hace presagiar que, ante una posible importación a Europa, se mantenga próximo a los 300 euros, lo cual supondría una mala apuesta de cara a su posible público objetivo su lo comparamos con otros equipos análogos.
Seguimos ahora con el HTC Desire 700. Este terminal, como el anterior y la versión del HTC Desire 601 que también se ha desvelado, es un móvil dual SIM. Su diseño sigue la línea precisamente del HTC Desire 601, que a su vez se inspira en los equipos de alta gama que la taiwanesa ha mostrado este año (los HTC One, HTC One Mini y HTC One Max). En lo técnico destaca por su pantalla de cinco pulgadas con resolución de 960 x 540 píxeles, integrando además un procesador de cuatro núcleos a 1,2 GHz. De nuevo, repite con ocho GB de memoria interna y un GB de RAM.
También lleva una batería de 2.100 miliamperios y hace extensible el combo de cámaras de fotos de su hermano menor. El principal problema, además del precio, del que hablaremos a continuación, es su sistema operativo: HTC comete un error lanzando este equipo con Android 4.1 de serie, una versión algo anticuada si quiere verse las caras con móviles similares. Los 13.900 dólares taiwaneses que cuesta tampoco ayudan. Suponen unos 344 euros al cambio actual que probablemente acaben aproximándose a los 400 euros en caso de que llegue al Viejo Continente. El plan, visto así, no impulsará una corrección en la trayectoria del fabricante.