Los fabricantes de teléfonos móviles que distribuyan sus productos en Europa tendrán que adoptar un modelo de cargador universal en sus dispositivos. Así lo ha aprobado esta semana el Parlamento Europeo en conjunto con los Gobiernos de los Veintiocho (es decir, los gobiernos de cada país de la Unión Europea). Este pacto se ha alcanzado con la idea de reducir costes y desechos, aunque realmente se trata de una medida que favorecerá principalmente al usuario de los teléfonos móviles.
El principal objetivo de esta medida es conseguir que los usuarios no tengan que adquirir un cargador diferente por cada marca de dispositivo móvil. La desaparición de la enorme variedad de cargadores afectaría positivamente al medioambiente (al haber un modelo de cargador común, los usuarios podrían usarlo para dispositivos móviles de diferentes marcas). De hecho, el 22 de octubre del año 2009 ya se aprobó la estandarización del puerto micro-USB en los terminales móviles, aunque dicha medida no fue suficiente para conseguir un consenso común entre todas las marcas a la hora de diseñar sus cargadores.
Los usuarios se verían altamente beneficiados por esta normativa dado que podrían emplear un mismo cargador en diferentes dispositivos móviles. Eso reduciría todos los problemas que genera viajar con un teléfono móvil con la incertidumbre de que si olvidamos el cargador, probablemente tendremos muchos problemas para encontrar uno que valga para nuestro dispositivo. Además, al comprar un cargador ya no se necesitaría buscar uno en concreto, sino que el cargador universal valdría para cualquier móvil fabricado tras la aprobación de la normativa.
Otra de las ventajas de esta idea es la seguridad. Es tal la variedad de cargadores en el mercado que los usuarios no saben realmente si están escogiendo un cargador seguro y revisado por las autoridades que correspondan. Con un cargador universal todo el mundo sabría el producto al que debe recurrir a la hora de buscar un nuevo cargador para su teléfono móvil.
Por ahora esta normativa aún tiene que recibir el visto bueno de dos organismos: El Consejo y la Comisión Europea. A pesar de este trámite, todo apunta a que la idea de un cargador universal prácticamente ya está latente. Solamente hay que remontarse a la normativa del puerto micro-USB que se aprobó hace algunos años, lo que demuestra el interés de la Unión Europea en estandarizar muchos de los accesorios que se utilizan junto a los teléfonos móviles.
En el caso de que la normativa saliera adelante, los países miembros de la Unión Europea tendrían dos años para adaptarse a la medida del cargador universal. Por su parte, los fabricantes dispondrían de un año adicional para cumplir con la normativa. La norma del cargador universal en principio estaría lista para entrar en vigor en el año 2015, por lo que como mucho en el año 2018 los fabricantes ya tendrían que estar utilizando cargadores estándar en todos sus dispositivos móviles.