Espiar el WhatsApp se ha convertido en una de las mayores trampas de cara a cazar personas descuidadas que puedan caer en las estafas en Android. De por sí, WhatsApp es una aplicación que atrae las estafas, pero el gancho de poder espiar a alguno de nuestros contactos consigue que los usuarios acaben cometiendo temeridades que ponen en peligro su propia seguridad. Espiar WhatsApp, en la mayoría de los casos, es una estafa que lo único que busca es hacerse con el dinero de la persona que quiere acceder a las conversaciones de sus contactos. “WhatsApp Espía“, “WhatsApp Spy” o “WhatsAppSPY” son solamente algunos ejemplos de los nombres bajo los que se camuflan estas estafas.
Y es que, espiar el WhatsApp de otros contactos no solamente es delito, sino que además es el gancho perfecto para que personas sin conocimientos caigan en las trampas de los estafadores. En este sentido, las estafas relacionadas con WhatsApp buscan aprovecharse de la ignorancia de los usuarios a través de dos formas: atacando el bolsillo del usuario, para lo cual solamente es necesario que la persona introduzca su número de teléfono en un formulario que esconde una suscripción de mensajes de pago, o espiando sus propias conversaciones, lo que puede dar lugar a futuros chantajes que, de una u otra forma, también acabarán teniendo un daño económico para el usuario. En resumen, intentar espiar un WhatsApp de una persona puede acabar saliendo muy caro.
Pero la de WhatsApp no es la única amenaza que en estos momentos pone en peligro a los usuarios de los teléfonos inteligentes con sistema operativo Android. La detención del creador de la aplicación APK para espiar WhatsApp puso punto y final a una estafa que, ahora, circula por la red en forma de -por ejemplo- un mensaje que asegura que nuestro móvil podría estar obsoleto y que, por lo tanto, necesitamos instalar una actualización para solucionarlo. El funcionamiento de este engaño no presenta ninguna novedad: lo que se busca en realidad es que, o bien descarguemos una aplicación maliciosa en nuestro móvil, o bien nos suscribamos a algún servicio de pago. En los dos casos, el susto en la factura a final de mes es inevitable.
En estos casos, la protección más eficaz de cara a los engaños en Android es el sentido común, aunque bien es cierto que estas estafas cada vez resultan ser más profesionales y, por lo tanto, más difíciles de identificar. No introducir nuestro número de teléfono en ningún formulario sospechoso, jamás instalar aplicaciones fuera de la tienda de Google Play y olvidarnos de espiar el WhatsApp de nuestros contactos son tres normas que, cumplidas a rajatabla, incrementan notablemente nuestra seguridad en el móvil.