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Tan sólo dos años después de hacerse con la compañí­a Nokia, Microsoft se va a deshacer completamente de ella o eso es lo que parece indicar en el dí­a de hoy. Pese a la inversión de más de 7 millones de dólares para hacerse con la división del gigante finlandés, Microsoft ha declarado que sus pérdidas han sido superiores a dicha inversión, alcanzando casi los 8 millones de dólares sin contar con el daño colateral que han supuesto los casi 8.000 despidos que han ido realizando a lo largo del pasado año localizados mayoritariamente en la división móvil situada en Finlandia y que se suman a los 18.000 producidos en 2014. Con estos recortes en personal se han conseguido recuperar 950 millones de dólares, de los cuales, 200 millones han sido utilizados para pagar las propias indemnizaciones de los trabajadores despedidos.

Con estos últimos recortes se ha dejado fuera a todos los empleados de Nokia que trabajaban actualmente para Microsoft desde que se hiciera la absorción. La idea de la compañí­a es continuar con los despidos planteados hasta concluir el año, rescindiendo así­ los contratos de los casi  25.000 empleados de Nokia que Microsoft contrató originalmente como parte de su adquisición. Tan sólo se libraran de esta masacre de despidos un pequeño núcleo de trabajadores dedicados a la investigación y desarrollo además de la filial de ventas ubicada en Finlandia.

Otra de las prácticas de saneamiento realizadas por Microsoft para poder salir del pozo en el que se metió al comprar Nokia, es la venta realizada hace unas semanas a una subsidiaria de Foxconn, a la que ha vendido la división de terminales básicos para empresas por una suma $ 350 millones.

 

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El CEO de Microsoft, Satya Nadella asegura que van a seguir innovando en sus dispositivos y su servicio en la nube y que ofrecerán una mejor y estructurada gama de teléfonos inteligentes. Esta estrategia se centra en cómo la empresa puede diferenciarse de sus competidores. Algo que ya escuchamos ante el lanzamiento de Windows Phone hace unos cinco años, aunque es posible que esta vez se lo tomen con más calma. Afortunadamente Microsoft empieza a ver con realismo la situación de su división móvil y es muy probable que estemos ante el fin de la saga Lumia y del nacimiento de una nueva saga de teléfonos más grandes fabricados la compañí­a.

Aún no está claro cuándo vamos a ver estos cambios de Microsoft móvil, aunque todos los rumores apuntan que se está planeando que salga el primero de los nuevos terminales a principios del próximo año y que se despidan de la saga Lumia con el Nokia Lumia 650. Lo que sí­ es un hecho ya factible es que, con toda la saga de despidos que se están llevando a cabo, dentro de la compañí­a sólo van a permanecer aproximadamente un 20% de los trabajadores de Nokia que llegaron tras la absorción por Microsoft en 2014.

 

 

 

 

 

 

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