Una de las comidillas de la presentación de los teléfonos Google Pixel y Pixel XL fue la insistencia de la marca en que éste era un teléfono “creado exclusivamente por Google“, cuando es un hecho sabido que HTC ha sido el fabricante del terminal. Este “ninguneo” sorprendió a muchos, y se terminó de confirmar al hacer público el modelo final, en el que no podemos apreciar ninguna referencia a HTC, tan sólo una “G” grande en la parte de atrás. La marca china ha sido relegada entonces al rol del mero fabricante anónimo, un golpe que termina de rematar una racha de malos resultados y abandono por parte de prensa y consumidores. Su último intento, el HTC 10, un teléfono potente, no supuso el esperado regreso de la marca a la primera plana de los smartphones de alta gama, habiendo sido sustituidos por Huawei en el Top 4 que completarían Apple, Samsung y Sony.
Una política distinta a la de Nexus
La gama Nexus de Google se mantuvo durante 5 años y 8 teléfonos, fabricados por varias marcas distintas en colaboración con Google. De hecho, HTC fue el fabricante del primero de ellos, el Nexus One, en 2010, pero no volvería a hacerlo ya hasta el Google Pixel. En posteriores lanzamientos, Samsung fabricaría el Nexus S y el Galaxy Nexus, LG el Nexus 4, 5 y 5X, Motorola el 6 y Huawei el último, en 2015, el 6P. En todos ellos, el logo aparecía bien claro en el producto, la publicidad dejaba claro el fabricante e incluso en muchas páginas y tiendas se conocían los productos como Samsung Galaxy Nexus, LG Nexus 5 o Huawei Nexus 6P, por poner algunos ejemplos. Era una colaboración conjunta, pero todo eso se terminó con la llegada del Google Pixel. Tal vez por eso en su página web se han descatalogado todos estos teléfonos, y sólo aparece el Pixel, llamándolo “el primer teléfono de Google”. Ni rastro de HTC por ningún lado.
Todo lo que Huawei no aceptó y HTC sí
Rumores muy fuertes afirman que Huawei iba a ser el elegido para fabricar este nuevo Google Pixel, debido seguramente al éxito de público y crítica del último Nexus, el 6P. Según algunas fuentes, Huawei rechazó el proyecto ya que no estaba dispuesto a que su marca no apareciese visible en el terminal y no se hiciese un reconocimiento explícito de su aportación al producto. Huawei es una marca al alza, lanzando al mercado teléfonos de cada vez más calidad, y codeándose con grandes como Samsung y Apple, así que esta estrategia iba contra sus intereses. Sin embargo, HTC se encuentra en una posición de mercado muy lejana a la que tenía en 2013 con su gama One: ventas en descenso, lanzamientos demasiado espaciados y con poca recepción de público y prensa, a pesar de su lanzamiento más reciente (abril de 2016) sea un dispositivo de gran calidad. Con esta coyuntura, aceptar la oferta de Google era un revitalizante, ya que suponía ingresos como fabricante, aunque podría ser el primer clavo en su ataúd como marca comercial. La suerte ya está echada.