La gama alta de Samsung siempre se ha presentado a finales de febrero en el Mobile World Congress. Según nuevas filtraciones, estamos más cerca de descartar que se repita la tradición en 2017, pasando la presentación al mes de abril en un evento especial en Nueva York. Según Sammobile , la voz habría corrido en el congreso estratégico que la marca coreana está celebrando estos días en Corea del Sur.
Tras asegurar que ya conocen la causa del malfuncionamiento del Galaxy Note 7, parece que las filas se cierran en materia de seguridad para confirmar que en la nueva joya de la corona de Samsung no falle absolutamente nada. Eso podría explicar el retraso, aunque las nuevas informaciones también apuntan a una intención de relanzar la imagen de la marca trabajando con empresas publicitarias que preparen una campaña promocional que haga que el público recupere confianza en sus productos.
Pese a que los últimos informes siguen poniendo a Samsung como líder en ventas de móviles, su ventaja ya no es la que era respecto a la competencia, y probablemente los datos serán más ajustados en cuando haya mediciones que incluyan el mes de noviembre, mes en que la crisis del Galaxy Note 7 adquirió su punto álgido.
Midiendo el próximo paso al milímetro
Para Samsung el estreno del Galaxy S8 es vital, y todo debe ser perfecto. Si hace falta retrasar su salida para testear innumerables veces su funcionamiento, se retrasará, pero los surcoreanos no pueden permitirse en ningún caso otro episodio como el del Galaxy Note 7, ya que supondría un varapalo social y económico de proporciones difíciles de medir. Las esperanzas para reflotar la imagen y la posición de mercado de Samsung (en España seguida muy de cerca por Huawei) están puestas en el Galaxy S8, y visto que la compañía está poniendo toda la carne en el asador con unas características de escándalo, no tendría sentido arruinar toda esa inversión con una presentación prematura.
Características del Samsung Galaxy S8
Los rumores sobre el Galaxy S8 se nos amontonan, y cambian semanalmente. Por ahora sabemos que se espera una terminal con una pantalla OLED de resolución 4K con dos tamaños correspondientes a dos modelos, de 5,1 y 5,5 pulgadas respectivamente. La pantalla sería curva, con lo que no habría modelo plano, y el botón delantero podría desaparecer para dejar paso a un lector de huellas en la parte de atrás.
En cuanto a potencia, se habla de un chip Snapdragon 830, 6 GB de memoria RAM y un almacenamiento que iría de 64 a 256 GB. Respecto a la cámara, tras varios rumores asegurando que incorporaría un doble objetivo, parece cada vez más probable que nos encontraremos con una cámara única con sensor doble, como la del Galaxy S7, celebrada por su calidad.
La batería es una de las grandes incógnitas, ya que hay demasiadas informaciones contradictorias sobre la procedencia y la fabricación. Es evidente que en este aspecto deben tomarse todo el tiempo que necesiten, igual que con la presentación. Pero con unas características así, vale la pena esperar un par de meses más, ¿verdad?