Con la llegada del verano están cambiando muchas tarifas de las operadoras móviles. Aunque en el particular caso de Vodafone, desde febrero están probando una nueva fórmula con la que quieren convencer a sus clientes -de forma un poco forzosa- a usar el uso de Mi Vodafone a través de Internet. La forma, cobrando las gestiones que se hagan a través del servicio telefónico de atención al cliente.
Para descongestionar la central de llamadas, la intención es que los clientes usen diferentes vías alternativas. Es decir, obligándonos a hacer las gestiones desde Mi Vodafone o área de clientes.
Después de la prueba inicial, y de tantearlo con los clientes, Vodafone ha aumentado los servicios que serán cobrados a modo de gestión. El precio es de 2,50 euros por las que se hagan vía telefónica, solo que a partir del 21 de junio se ampliará:
- Información de consumo, voz y datos.
- Restricción de SMS Premium.
- Restricción de llamadas en el móvil, sea por robo o pérdida, para evitar llamadas internacionales o números novecientos.
- Gestión del contestador.
En el mes de febrero ya se empezaron a cobrar las gestiones por solicitar telefónicamente un duplicado de factura, un cambio de dirección, cambio de cuenta bancaria o la consulta del PIN o PUK.
Un aviso antes del cobro
Desde Vodafone no quieren que a nadie le coja por sorpresa este cambio, así que antes de aplicar el cobro informarán de las medidas alternativas que tendremos. El precio, de 2,50 euros, lo aplican cuando llamemos al 22123 y siempre y cuando atienda una persona la llamada. Es decir, si se gestiona a través del sistema de reconocimiento automático de voz, no se cobra la gestión.
Eso sí, en cuanto nos atiendan e intentemos hacer nuestra consulta, nos avisarán de lo que cuesta y nos informarán de las opciones gratuitas que hay para hacer la gestión. Es decir, que recomendarán que usemos la aplicación Mi Vodafone, la cual no consume datos de nuestro contrato.
Hay que tener en cuenta que el hecho de usar una aplicación para algunas gestiones, significará no tener esperas en una llamada telefónica, algo habitual cuando llamamos a un call center. De hecho, en muchos casos tenemos que ir respondiendo varias preguntas a una máquina hasta llegar a que nos atienda un gestor.
