En esta casa os hemos hablado largo y tendido de los peligros que acarrea el estar enganchado a nuestro teléfono. Ese constante ‘miedo a perdernos algo’ que nos lleva a mirar la pantalla de nuestro móvil una y otra vez puede llegar a producirnos cuadros de ansiedad, y terminar en un estado depresivo. Y no exageramos cuando llegamos a la conclusión, viendo los resultados del estudio que protagoniza esta noticia, que la adicción al móvil es un problema real que hay que atajar, sin duda, desde los primeros años de contacto con este dispostivo.
La adicción al móvil es un problema real
Para demostrarlo, Motorola ha realizado un estudio recogiendo las opiniones de 1.370 españoles, el 60% hombres y el 40% mujeres para analizar la forma en la que interactuamos con nuestro dispositivo. Un análisis que forma parte de la campaña Phone Life Balance de Motorola. La encuesta arroja datos que a más de uno les va a sorprender, sin duda.
El 15,5% de los encuestados asegura no separarse nunca de su móvil, manteniendo una relación con él las 24 horas del día aunque no reciban notificaciones constantemente, puesto que el 44% de ellos asegura que, tras mirar el teléfono, no habían recibido ningún aviso, correo, mensaje o notificación.
Antes móvil que sexo
El 66,6% de los encuestados revisa las notificaciones antes de irse a dormir. Además, un 72,1% de los españoles entre 20 y 29 años asegura utilizar sus teléfonos móviles antes de irse a dormir, estando en la cama.
Tan solo el 29% de los encuestados asegura no llevarse el teléfono móvil al baño y el 16,4% se lo lleva siempre al sentarse al WC. Y como dato curioso, el 9% de los encuestados en el análisis han reconocido haber realizado la encuesta mientras se encontraban dentro del cuarto de baño.
Ahora vienen los resultados sorprendentes. Según un 43,3% de los encuestados les sería más fácil renunciar un mes entero a mantener relaciones sexuales o a no tener contacto con su familia antes que desprenderse del teléfono. El porcentaje es mayor cuanta más edad tiene el encuestado, pasando a un 50,5% en el rango de edad de 30-39 años y un 51,6% en el de 40 a 49 años. Incluso un 10,7% asegura haber mirado las notificaciones de su móvil mientras practicaba sexo.
Pues yo prefiero comerme el «bollito», antes que el móvil.