A día de hoy los fabricantes consiguen que sus terminales con grandes pantallas sean más compactos gracias a la reducción de marcos en el frontal. De esta forma, se puede disfrutar de una gran pantalla sin perder ergonomía. En este caso, no estamos hablando de un terminal de estas características, sino de un móvil muy, muy compacto y fino, como una tarjeta de crédito. Así es el móvil KY-01L fabricado por Kyocera.
Como podemos ver, este terminal no sigue (ni mucho menos) las líneas de los móviles de 2018. Se centra en las dimensiones y versatilidad, consiguiendo un terminal de solo 5.3 milímetros de grosor y unos 47 gramos de peso, casi como una tarjeta de creído. Tiene una forma cuadrada, con una trasera muy sobria. No tiene ni una cámara principal.
En el frontal, una pequeña pantalla de 2.8 pulgadas de tinta electrónica y unos grandes marcos, donde también se encuentran los botones de navegación. En sus 5 milímetros de grosor entra una batería con 380 mAh. Aunque desconocemos su duración, hay que tener en cuenta que se trata de una pequeña pantalla y un sistema con apenas opciones, por lo que el uso del terminal sería menos intensivo, haciendo que la autonomía durase más.
App de navegador, marcador y poco más
Este terminal no cuenta con tienda de aplicaciones, por lo que nos tendremos que ceñir a las que vienen por defecto en el sistema. Por supuesto, tenemos la aplicación de marcador para hacer llamadas Además de una app de navegador para búsquedas rápidas por internet. Búsquedas rápidas porque comprar un billete de avión tiene que ser un poco complicado desde esa pantalla. También hay otras apps como agenda, calculadora, sms, calendario o reloj.
Este móvil se venderá a partir del próximo mes. Si te interesa tenerlo, costará unos 32,000 yenes, que serían unos 245 euros al cambio. Un precio que te haría pensar si de verdad necesitas un móvil ‘’inteligente” tan compacto solo para hacer llamadas y dos búsquedas en internet.
Vía: The Verge.
