A lo largo de mi trayectoria profesional de más de una década, he podido probar decenas de dispositivos de diferentes marcas, especialmente de Xiaomi. No cabe ninguna duda de que la marca ha hecho un excelente trabajo en lo que a gama media se refiere. De hecho, modelos como el Redmi Note 13 sigue siendo mi recomendación principal por debajo de los 180 euros, al menos hasta hace unos días.
Mi hermana sufrió un robo de su anterior dispositivo que le obligó a hacerse con uno nuevo por vivir en una ciudad diferente a la mía. Al día siguiente, acudió a mí para preguntarme qué modelo era el más recomendable. Rápidamente, le recomendé cualquier versión del mencionado terminal, en este caso, el Redmi Note 13 4G, que estaba por unos 200 euros en MediaMarkt y que nuestro compañero Agustín Galán analizaba. Aquí comienza mi historia.
Los Redmi Note 13 siguen teniendo el mismo problema de sus antecesores: el sensor de proximidad
Antes de enviarle mi recomendación, era consciente de los problemas que sufren algunos modelos de la firma asiática. Incluso ya me quejé de este fallo de diseño en mi análisis del Redmi Note 11, allá por 2022. Nuestro compañero Héctor Romero resumió en este artículo por qué falla el sensor de proximidad en Xiaomi. Y era algo que no esperaba que siguiera presente tres generaciones después.
A los pocos minutos de configurar su teléfono, mi hermana me comentó que las notas de WhatsApp estaban dando algún problema. Se reproducían con un volumen muy bajo y bloqueaban el manejo de todo el dispositivo. Lo mismo sucedía a la hora de recibir llamadas; incluso le aparecía el mensaje del dichoso Modo bolsillo activado. Ambos errores se debían al mencionado sensor de proximidad del Redmi Note 13.
Afortunadamente, a los pocos días viajó hasta nuestro pueblo con motivo del puente de Semana Santa. Ahí intenté hacer lo que ya probé en otros dispositivos de la marca, aunque aquí el problema era mucho más acusado. Directamente, el sensor reconocía un objeto o cuerpo cercano de manera constante, lo que inutilizaba la aplicación de WhatsApp por completo el reproducir un audio.
Probé a actualizar el teléfono a la última versión del sistema, formatearlo e incluso desactivar el Modo Bolsillo a través de los ajustes del sistema (no es lo más recomendable si queremos evitar los famosos toques fantasma). Funcionó parcialmente, aunque a las pocas horas volvió a dar los mismos problemas. Ya no se me ocurría nada más, incluso probé algunas aplicaciones para calibrar el sensor, pero nada de aquello funcionó.
Vuelta a MediaMarkt y la sorpresa llegó de la mano del comercial
De vuelta en Madrid, mi hermana procedió a reclamar el derecho al desistimiento que cualquier tienda española debe ofrecer. Le comentó al comercial los mismos problemas que a mí. Lo que no se esperaba escuchar era que muchos modelos de la misma serie estaban siendo devueltos por el mismo motivo, por lo que volver a recomendarle otro Redmi Note 13 seguramente habría acabado con idéntico desenlace.
Finalmente, mi hermana le comentó que yo me dedicaba a escribir sobre tecnología con el fin de que le recomendase un móvil BBB (bueno, bonito y barato). El mismo trabajador de la cadena le recomendó a otro compañero que asistía a los clientes que se interesaban por la marca OPPO. El modelo propuesto por este era el OPPO A78 4G, un móvil con unas especificaciones ligeramente superiores a las del Redmi Note 13 y sin ningún problema con el sensor de proximidad, al menos hasta la fecha.
Xiaomi debe cambiar su diseño de cara a futuras generaciones
Es cierto que otros modelos de la compañía adolecen del mismo problema, pero el Redmi Note 13 adolece de una falta de optimización por parte de la marca, sumada al deficiente desempeño del sensor. La causa principal de estos problemas se debe a la sustitución del sensor de proximidad óptico por un mecanismo ultrasónico virtual en la mayoría de los teléfonos. Sobre el papel, este sensor ultrasónico envía señales acústicas imperceptibles para el oído humano a través del auricular, que rebotan en la cara y son recibidas por el móvil de regreso para activar el apagado de la pantalla.
El problema es que este sistema puede no funcionar correctamente si el dispositivo no recibe la señal acústica de vuelta, lo que impide que la pantalla se apague al acercarse a la cara. Existen soluciones prácticas para estos problemas, como verificar el estado del sensor de proximidad a través del menú CIT y realizar una calibración. También se recomienda reiniciar el dispositivo para verificar si el problema persiste, ya que podría estar relacionado con un problema del software, como mencionaba anteriormente.
¿Cuál es la solución a corto plazo? Cambiar la tecnología empleada, aunque ello suponga sacrificar unos cuantos milímetros de grosor del chasis o el marco de la pantalla. La otra opción pasa por mejorar la optimización de software de sus terminales, en definitiva, ponerles más mimo. Teniendo en cuenta la política de lanzamientos de la empresa, lo más probable es que no acabemos viendo una solución a corto plazo. De hecho, me sorprende no encontrar a otros usuarios con este mismo problema en la nueva generación, si bien se deba probablemente a que acaban devolviéndolos a los pocos días.
La conclusión que saco es que toda esta experiencia me ha servido para dejar de recomendar los Redmi Note de la marca hasta que no se desarrolle una solución. Habla un poseedor de un Xiaomi 12T Pro que a pesar de que cuenta con una tecnología similar, está mucho mejor optimizado y no sufre los mismos problemas.