La familia Nokia es tan numerosa que en muchas ocasiones nos cuesta ubicar a cada uno de los teléfonos en su lugar correspondiente. De un tiempo a esta parte, Nokia distribuye sus terminales en familias o series, encabezadas por una letra, de entre las que podemos encontrar las siguientes: S, N, E, X y C. Estaríamos hablando de cinco series distintas, con características muy definidas para cada una de ellas. Después de cada letra, encontraremos un número que nos servirá para denominar cada teléfono. Pero vamos a verlas de cerca.
Empezamos de menor a mayor, con la serie C. Y es que a ésta pertenecen teléfonos como los recientemente presentados C1, C2 y C3, los terminales de la serie más básica de Nokia y la más numerosa. La misma que incluye terminales de un precio asequible y con unas prestaciones estándares. No hay que aspirar a cámaras fotográficas sofisticadas, ni tampoco a pantallas táctiles o grandes opciones de conectividad. Le sigue la serie X, la compuesta por los móviles musicales. Aunque antes se conocía como la gama XpressMusic, dentro de entrarían todos los teléfonos que gozan de amplias prestaciones a la hora de reproducir archivos musicales.
La gama E corresponde a la de los teléfonos profesionales y empresariales y en la serie N encontraremos los teléfonos más exitosos de la compañía. Ahí están grandes hitos como son el N97, toda la gama que incluye el N85 y otros modelos parecidos, además del recientemente anunciado N8 o el N9, un modelo que todavía se encuentra en plena fase de desarrollo. ¿Y qué hay de las gamas más altas?, te preguntarás. Pues bien, los teléfonos más lujosos están incluidos en la serie S, reservada en exclusiva para un número muy reducido de terminales.