Tras la aprobación de la nueva Ley de Telecomunicaciones, se ha hablado mucho sobre la efectividad de la Lista Robinson. Y no es para menos, ya a que a pesar de que la ley está de lado de los consumidores, las llamadas spam siguen siendo una problemática bastante común. Este servicio, gestionado por la Asociación Española de Economía Digital (Adigital) y la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), nos permite registrar nuestros números de teléfono, entre otras formas de contacto, para evitar que las empresas realicen llamadas con fines comerciales. En esta ocasión, analizaremos los pros y contras de la Lista Robinson para evaluar si realmente funciona o si supone un peligro para la privacidad de los usuarios.
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Lo primero, ¿qué tan efectiva es la Lista Robinson?
La efectividad de la Lista Robinson radica precisamente en su capacidad para reducir las llamadas publicitarias no solicitadas. Sobre el papel, las empresas que respetan la normativa de consumo vigente deben consultan regularmente la lista antes de realizar campañas telefónicas. De hecho, la propia página web de la iniciativa indica lo siguiente:
¿De qué sirve inscribirse en la Lista Robinson?
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Para evitar recibir publicidad de entidades o empresas a las que no hayas dado consentimiento expreso para ello.
Es decir, la verdadera clave se encuentra en el consentimiento expreso por parte de los usuarios. La mayoría de llamadas que se realizan actualmente con estos fines se escudan en la cesión de datos a través de las cookies o bien tras la aceptación de un contrato de servicios. ¿Le has dado a tu antigua operadora de telefonía consentimiento para usar tus datos con fines comerciales? ¿Has accedido recientemente a una página web de dudosa procedencia aceptando sus cookies?
Si la respuesta es afirmativa, es probable que se hayan aprovechado de estos para realizar comunicaciones publicitarias. En caso contrario, la llamada se estaría realizando sin respetar la actual normativa, por lo que los hechos pueden ser denunciables ante la AEPD. Así se especifica en la propia plataforma, que dice lo siguiente:
¿Es obligatorio que las empresas consulten la Lista Robinson?
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Sí. Si una entidad o una empresa desea enviarte publicidad personalizada y no le has dado tu consentimiento expreso para ello, tiene la obligación legal de consultar la Lista Robinson y, si te has inscrito, no podrá hacerte el envío publicitario.
Bajo mi experiencia, que relato en este otro artículo sobre si la Lista Robinson es fiable o no, doy fe de que la plataforma funciona. Desde que me registrase en el año 2018, no he vuelto a recibir ninguna comunicación publicitaria en los números de teléfono registrados. Las únicas veces que he recibido alguna llamada, he podido comprobar que se trataba de un intento de suplantación de identidad. Dicho de otra manera, cualquier llamada que reciba y no tenga almacenada en la agenda del teléfono, tendré la certeza que sus intenciones no son buenas.
¿Cuánto tarda en hacer efecto la Lista Robinson?
La efectividad de la Lista Robinson no es inmediata, ya que las empresas necesitan un tiempo prudencial para actualizar sus bases de datos y procesar las solicitudes de exclusión. Por lo general, se estima que lleva alrededor de un mes desde el momento en que un número se registra en la lista hasta que surte pleno efecto, aunque puede ampliarse a dos meses el tiempo total, como se indica en la plataforma:
¿Desde cuándo es efectiva tu inscripción?
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Tu inscripción puede tardar en ser plenamente efectiva hasta dos meses, ya que es posible que tus datos ya estén siendo utilizados por alguna campaña comercial en ejecución.
Es importante señalar que, durante este período, es posible recibir algunas llamadas publicitarias. Si excede el plazo indicado anteriormente, los usuarios pueden realizar sus correspondientes reclamaciones en el organismo de consumo pertinente, aunque de ello te hablaré más adelante.
¿Qué hacer si me llaman y estoy en la Lista Robinson?
¿Continuamos recibiendo llamadas publicitarias a pesar de estar registrados en la Lista Robinson? En primer lugar, deberemos verificar la fecha en la que nos dimos de alta en la plataforma para asegurarnos de que haya pasado el tiempo suficiente para su implementación. Posteriormente, identificaremos a la empresa que realiza dichas llamadas y solicitaremos la eliminación inmediata de nuestros datos de sus registros.
La mayoría de las empresas que respeten la normativa de consumo estarán dispuestas a corregir el error. En caso de que las llamadas persistan, podemos presentar una queja ante la Agencia Española de Protección de Datos o bien ante la oficina de Atención al Consumidor de nuestra localidad. En este caso, lo ideal es proporcionar todo tipo de detalles sobre dichas llamadas, como la fecha, la hora y el nombre de la empresa. También se recomienda contar con alguna grabación de voz que nos permita demostrar los hechos denunciados.
¿Funcionan estas denuncias? Afirmativo. En 2021, la AEPD sancionó a Vodafone con más de 8 millones de euros. ¿El motivo? Realizar llamadas no solicitadas a números inscritos en la Lista Robinson para captar nuevos clientes. La cosa no acaba ahí, ya que en el año 2022, la misma compañía se vio obligada a indemnizar con 6.000 a un usuario afectado por estas llamadas, las cuales se realizaban a horas intempestivas.
La lista de denuncias y resoluciones favorables para el consumidor no hace más que crecer. Otra empresa subcontratada por Vodafone tuvo que indemnizar a una mujer registrada en la Lista Robinson con 10.000 euros. Como indica la propia AEPD en su página web, «si después de ejercer tus derechos o poner en práctica las sugerencias indicadas en los puntos anteriores continúas recibiendo publicidad no deseada, puedes presentar una reclamación en la Agencia Española de Protección de Datos».
¿Qué pasa si dices que estás en la Lista Robinson y no lo estás?
Depende. Afirmar que pertenecemos a la Lista Robinson cuando no es así puede tener consecuencias negativas tanto para el consumidor como para la reputación de la plataforma. La Lista Robinson se basa precisamente en la honestidad de los usuarios al registrarse, por lo que declarar falsamente nuestra inclusión en la lista socava la integridad del sistema.
En términos legales, proporcionar información falsa podría resultar en sanciones y multas. Por lo general, las empresas que respetan la Lista Robinson suelen revisar regularmente sus registros, por lo que si se detecta la falsedad, podríamos continuar recibiendo llamadas no deseadas. Dejando a un lado las posibles consecuencias legales, participar en prácticas deshonestas puede afectar la confianza de las empresas y otras organizaciones en futuras interacciones.
Entonces, ¿la Lista Robinson no sirve para nada?
Si las empresas no cumplen con la ley, ¿podemos concluir diciendo que la Lista Robinson no vale para nada? Negativo. Aunque la Lista Robinson no puede eliminar por completo todas las llamadas publicitarias no deseadas, sigue siendo la principal barrera de protección en la defensa de la privacidad y los derechos de los consumidores.
Por un lado, la inclusión en la Lista Robinson puede servir como evidencia en casos de incumplimiento por parte de las empresas. Es decir, si seguimos recibiendo llamadas a pesar de indicar nuestro registro en la plataforma, podemos considerar emprender acciones legales basadas en exclusión publicitaria que la iniciativa proporciona. Pero eso no es todo.
Su registro también es recomendable para filtrar de manera consciente aquellas comunicaciones que cuentan con fines poco éticos. Si tras varios meses, las llamadas con fines comerciales persisten, podemos descartar su legitimidad, ya que casi con total seguridad pertenecerán a casos en los que se intenten suplantar la identidad de determinadas empresas. Lo ideal en estos casos es combinar su uso con otros métodos para mitigar los posibles riesgos y peligros.
Si contamos con un teléfono móvil, la mayoría de dispositivos cuentan con funciones de bloqueo en la aplicación Llamadas para bloquear números de teléfono uno a uno. Google incluso cuenta con un sistema de filtrado que automatiza este mismo proceso si la información sobre dicha numeración coincide con sus registros.
La segunda opción pasa por instalar aplicaciones de terceros que permiten realizar esta tarea a cabo. Por ejemplo, Truecaller para Android o Mr. Number para iPhone, pero existen multitud de herramientas disponibles en Google Play y App Store. En general, se alimentan de la información reportada por otros usuarios para realizar bloqueos de forma masiva.
¿Y si contamos con un teléfono fijo? Buena parte de los dispositivos que se venden actualmente en el mercado cuentan de serie con funciones destinadas al bloqueo de llamadas, como botones físicos en el marcador u opciones en pantalla. La otra opción se basa en instalar bloqueadores externos, cuyo precio no es precisamente económico, pero nos permite crear listas con decenas e incluso cientos de registros.
