Ya hay cifra confirmada. El tanteo que se barajaba sobre las ventas que habría alcanzado el móvil estrella de Samsung, el Samsung Galaxy S, se apunta definitivamente a los siete millones de unidades en todo el mundo. De esta forma, se convierte en el smartphone más vendido del catálogo de la empresa durante 2010, siguiendo su caminito hasta el objetivo de diez millones de dispositivos antes de que termine el año.
Esta cantidad de teléfonos ha sido ajustada a las ventas hasta la finalización del tercer trimestre del año, de modo que aún queda una traca comercial bastante potente en mercados como Latinoamérica, donde ha empezado su andadura hace poco y que se dilatará durante todo este último cuarto de 2010. De hecho, hasta diciembre no se espera que aterrice en Argentina. Es por ello que esos tres millones de Samsung Galaxy S que faltarían para conseguir la meta que se marcan los coreanos no sólo es factible, sino además muy probable.
El Samsung Galaxy S ha servido para catapultar la línea de móviles inteligentes de la compañía coreana, que en un año ha pasado de representar un dos por ciento de sus ventas a llegar al once por ciento de todos sus terminales. A raíz de estos datos, queda demostrado que en el campo de los smartphones no es iPhone todo lo que reluce.
Y es que si bien Apple ha logrado vender 14 millones de manzanófonos en los tres primeros trimestres del año, Samsung ha vendido la mitad, pero sólo de su línea Samsung Galaxy S. Si consideramos el resto de smartphones de su catálogo, la coreana acaba por devolver a Apple a la realidad, y si consideramos además el resto de gamas de su catálogo, literalmente pulveriza a los de Cupertino.
Decimos esto porque no sólo el Samsung Galaxy S está de enhorabuena en el portafolio del fabricante asiático. Otra de las apuestas de Samsung, la línea Wave con plataforma Bada, ha demostrado gozar de muy buena salud. En concreto, el buque insignia de la familia, el Samsung Wave S8500, ha vendido más de dos millones de dispositivos, lo cual es una excelente noticia de cara a los planes a largo plazo de la compañía.