Hace días que no te hablamos de esa historia de espías, datos almacenados y desmarques de fabricantes que tiene en el centro del huracán a una firma que todos conocen pero se prodiga poco en publicidad: Carrier IQ.
Por si no fuese suficiente la inquietud generada por la aplicación que esta compañía habría instalado en una buena parte del parque global de teléfonos inteligentes, y que supuestamente recopilaría la práctica totalidad de la actividad que se desarrolla desde el dispositivo, los temores se acentúan un tanto más con la entrada en escena del FBI.
A través de Boy Genius Report hemos sabido que la oficina federal de investigación norteamericana habría rechazado una petición del colectivo que representa al FOIA (el Acta de Libertad a la Información), quienes habrían solicitado tener acceso a las bases de datos de Carrier IQ para dilucidar hasta qué punto la actividad de esta compañía se inmiscuye en la privacidad de los clientes que usan un terminal vinculado a su software. Pero cuál no fue la cara de sorpresa que se les debió quedar cuando obtuvieron respuesta por parte del FBI.
Los responsables de la seguridad federal estadounidense rechazarón la petición de los representantes de la FOIA. Y no sólo eso. El motivo que blandieron desde el FBI para rehusar el acceso a los datos de Carrier IQ fue que la propia oficina de seguridad norteamericana está usando esos datos en una de sus investigaciones, con lo cual, el acceso a la información registrada por Carrier IQ contravendría algunas de las leyes que impiden que organismos civiles puedan tener acceso a ese tipo de fuente.
Dicho de otro modo, el FBI habría confirmado que, efectivamente, la recopilación de datos privados de los usuarios pueden llegar a manos de organizaciones gubernamentales, pese a que en días pasados llegaron a asegurar que la información era recopilada de eliminada completamente 30 días después de su obtención.
Como ya recordarás, el supuesto software espía de Carrier IQ (y lo de supuesto es una cortesía que a tenor de los últimos datos bien convendría que brillara por su ausencia) sería capaz de registrar todos los movimientos que se efectúan desde un smartphone. Así, no sólo se recopilaría la información de geolocalización del terminal, sino también los registros de voz y mensajes, emails o participación web, así como la frecuencia y secuencias de marcado que se desarrollaría con el teclado del dispositivo.
Algunos especialistas han desmentido los peligros paranoides que se les han llegado a achacar a este sistema, aunque, como decimos, esta información recinte viene a jugar en contra de la tranquilidad de los usuarios.
Con esto se confirma que si es un software de espionaje a merced del tio Sam. No me sorprende.