Aunque nunca llegó a ser oficial, la posibilidad de que el iPhone 5S se presente en junio ha acabado por desinflarse. En las últimas semanas se había obtenido no pocos indicios que señalaban que la californiana Apple presentaría su nuevo terminal como habría sido tradición hasta la llegada del iPhone 4S. Nos referimos al evento en el que se reúnen los desarrolladores dedicados a la firma de la manzana a mediados de junio, la WWDC 2013. No obstante, parece que finalmente Apple no podría cumplir con la agenda de la que se había hablado, de modo que no veríamos el nuevo manzanófono antes del verano.
Como decimos, al hablar de retraso no lo hacemos en un sentido estricto, ya que, insistimos, Apple nunca reveló que fuese a presentar un iPhone en junio de este año. Pese a todo, las pruebas de que se iban disponiendo apuntaban en esa dirección, aunque en este momento se hayan malogrado. Y señalamos esto porque, según fuentes consultadas por la agencia de noticias Reuters ””fuentes ligadas a la supuesta cadena de producción que se responsabilizaría de la fabricación del próximo iPhone””, el nuevo terminal de Apple no comenzaría a ensamblarse hasta el próximo mes de junio. En teoría, en semanas próximas a la redacción de estas líneas habría de haber empezado a fabricarse el iPhone 5S. El problema, sin embargo, ha surgido a la hora de integrar una de las nuevas funciones del terminal: un sensor que permite interactuar con la huella dactilar del usuario.
Las dificultades se habrían localizado en el empleo de un tipo de material que se pueda instalar en el iPhone 5S, el cual no genere problemas a la hora de usar dicha función, de modo que no aparezcan interferencias que interrumpan el correcto funcionamiento del reconocedor de la impresión digital del dueño del teléfono. Se desconoce dónde se situaría dicho sensor, así como las aplicaciones prácticas que supondría ””más allá de las ligadas a la seguridad pura y dura””. En este sentido, el uso de un material que no interfiera en el funcionamiento de este sensor hacen pensar en su instalación en la pantalla del nuevo iPhone, lo cual podría generar incompatibilidades con los sistemas de refuerzo y protección del panel ante caídas o golpes.
Dicha pantalla, por cierto, continuaría siendo de cuatro pulgadas. De confirmarse, supondría la reafirmación por parte de Apple frente a la tendencia del resto de fabricantes en la apuesta por los paneles de gran formato. El iPhone 5 era el primero de la serie que ampliaba su tamaño, abandonando las 3,5 pulgadas que eran hasta ese momento una insignia por parte de los iPhone. Pese a todo es conveniente recordar una vez más que no hay nada oficial al respecto de cómo será el iPhone 5S, por lo que la multinacional de Cupertino podría finalmente sorprender dilatando aún más la diagonal de su pantalla con vistas, no sólo a acercarse a los formatos de los actuales gama alta del mercado, sino también a distinguirse del que hoy por hoy es su equipo de referencia.
Apple con ese tamaño tan pequeño se está apartando de la gama Alta del mercado.En comparación con los demas se esta quedando PEQUEÑO. UN GRAVE ERROR.
Apple ha perdido el tren de los altos de gama, tanto que ya es considerado por muchos como smartphones de gama media.
Tendra que conformarse con vivir a la sombra del todo poderoso Samsung.
¿Quien lo diria hace 4 años?.