La cámara del posible Samsung Galaxy S5 es uno de los puntos que más interés suscitan del próximo buque insignia de la firma surcoreana. Hasta ahora se ha venido diciendo que integraría un sensor de 16 megapíxeles basado en tecnología ISOCELL, un tipo de componente que se caracteriza por estar dotados de fotorreceptores de más tamaño, con lo que se amplía la información que recibe el sistema para procesar las imágenes capturadas y, en definitiva, mejorar la calidad del archivo final. Otro de los rumores señalaba que este sensor estaría montado sobre un sistema de estabilización óptica. No obstante, lo último que se ha puesto sobre la mesa en este asunto descarta esta posibilidad.
Desde el medio surcoreano ETNews señalan que Samsung finalmente no integraría el sistema OIS (optical image stabilization) entre las características del Samsung Galaxy S5. Con ello, al igual que ha ocurrido con el Samsung Galaxy Note 3, se recurriría un sistema controlado por software que tratase de compensar la oscilación en el momento de realizar la captura. Y es que el último tabletófono de la firma también se esperaba que llegase con estabilizador óptico, cosa que como sabemos no ha ocurrido.
En las últimas semanas se había sabido que Samsung estaba trabajando en sensores estabilizados de trece y 16 megapíxeles, con lo que la maquinaria de rumores había asignado ya la presencia de una de estas unidades al futuro Samsung Galaxy S5. No obstante, estos componentes no habrían sido optimizados de acuerdo a las necesidades del próximo buque insignia, según ponen de manifiesto desde ETNews. El tamaño de los módulos de estabilización sería demasiado grueso para instalarlo en el Samsung Galaxy S5, con lo que con vistas a evitar que el terminal no alcanzara la esbeltez deseada, habría desechado finalmente la alternativa.
Con esto, queda un poco mejore dibujado el esbozo de lo que podríamos esperar del Samsung Galaxy S5. Hasta el momento se ha dicho que incorporará una pantalla flexible de cinco pulgadas, lo cual ha llevado a pensar en un diseño probablemente curvo. También se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que la resolución del panel alcance los 2.560 x 1.440 píxeles, arrojando así una densidad de nada menos que 587 puntos por pulgada.
Por otro lado, se ha planteado la presencia de un procesador sin parangón en el mercado. Se trataría de una unidad de ocho núcleos basada en tecnología de 64 bit, lo cual vendría a postularse como lo más potente visto en un smartphone. La memoria RAM llegaría a tres GB y la batería a 4.000 miliamperios, con vistas a surtir de la autonomía suficiente a un dispositivo equipado con semejantes pantalla y procesador.
La fecha que se maneja para la presentación oficial del Samsung Galaxy S5 se sitúa en una horquilla de días que se mueve entre los meses de febrero y marzo, con lo que podría adelantarse su estreno respecto al evento en el que pudimos conocer el Samsung Galaxy S4.