La compañía finlandesa Nokia ha sido una de las protagonistas indiscutibles tanto del año 2013 como de las primeras semanas de este año 2014. Primero fue la compra de Nokia por parte de Microsoft, ahora llegan los rumores sobre un teléfono de Nokia con el sistema operativo Android… ¿con qué más sorprenderá esta compañía a los usuarios? Dejando a un lado todas las sorpresas que Nokia tenga preparadas para este año, esta vez vamos a echar un vistazo atrás en el tiempo. Concretamente, vamos a remontarnos al año 1994.
Estamos en un año poco avanzado en lo que a tecnología se refiere. Cualquiera que mencionara la palabra de smartphone en estos tiempos probablemente sería tildado de loco. Pero llegamos al año 1995 y poco a poco las personas mejor posicionadas socialmente comienzan a caminar por las calles con un extraño aparato en sus manos. Se trata del Nokia 1610, uno de los primeros móviles fieles a su significado disponibles para todo el mundo. Hoy una memoria interna de 4 GigaBytes nos parece limitada, pero en este móvil solamente había sitio para diez llamadas recibidas, diez llamadas realizadas y diez llamadas perdidas.
Llegamos al año 1997, y hasta el año 2001 uno de los móviles más populares fue el Nokia 6110 y el Nokia 6120. Debemos recordar que en estos tiempos los móviles eran más bien una herramienta de trabajo, por lo que los pocos afortunados que disponían de estos teléfonos pertenecían a multinacionales en las que se requería estar en permanente contacto con los jefes. Era el primer móvil de esta marca en incorporar el mítico juego de la serpiente y el puerto infrarrojo (ese puerto de color rojizo que nos servía para pasar datos de un teléfono a otro siempre y cuando los mantuviéramos a pocos centímetros de distancia el uno del otro).
El Nokia 5110 siguió los pasos de su antecesor y se convirtió en la versión del móvil anterior de Nokia orientada a todos los públicos. Tenía algunos pequeños detalles tales como la posibilidad de cambiar la carcasa frontal del teléfono o incluso activar la vibración sustituyendo la batería original por otra con esta función.
En el transcurso de tiempo de la existencia del anterior teléfono, los cines recibieron una película sobre la que por aquel entonces prácticamente no se sabía nada: Matrix. Una simple escena de esta película bastó para que Nokia consiguiera vender en el año 1999 miles de unidades del Nokia 8110 a precios que muchas veces superaban los 1000 euros. La característica que lo hacía único frente a sus competidores era la tapa deslizable que daba acceso a las teclas del teléfono. Y por qué no decirlo… Neo tuvo mucha culpa del éxito de este móvil.
En los últimos meses previos a la llegada del año 2000 Nokia era imparable en el sector de la telefonía móvil. Antes de cerrar la década, lanzó al mercado dos teléfonos. El primero fue el Nokia 8210, un móvil con un diseño mucho más compacto y apto para el día a día que el de todos sus predecesores. Supuso un nuevo camino hacia teléfonos mucho más modernos y pequeños.
Y en ese mismo año (1999) también se lanzó al mercado el Nokia 8850. Con un diseño de color cromado, con una tapa deslizable y con una pantalla mucho más moderna, este terminal se convirtió en un equipo orientado a usuarios normales y corrientes que quisieran disfrutar de un teléfono moderno y actual.
Pero la idea de las tapas deslizables no era tan buena como parecía. Nokia se dio cuenta de que lo que realmente triunfaba en el mercado eran los móviles compactos, y por ello en el año 2000 lanzó el móvil que protagoniza la primera imagen de este artículo: el Nokia 3310. Con casi 126 millones de unidades vendidas en todo el mundo, este móvil está considerado como uno de los teléfonos más populares de la historia. A pesar de su grueso diseño, este teléfono resultaba bastante asequible para todos los públicos, y por ello se convirtió en un verdadero super-ventas a lo largo y ancho de todo el planeta. Con aplicaciones como la calculadora, los juegos de Nokia, el cronómetro, la lista de tareas pendientes y con funciones como las llamadas o los SMS este teléfono conquistó los bolsillos de millones de personas.
Lanzado en el año 2003, el Nokia 1100 contaba con una pantalla monocromática de 96 x 65 píxeles. Pero no fue eso lo que llevó este móvil al éxito. Su robusto diseño lo convirtió en el móvil indestructible por excelencia. Soportaba caídas desde varios metros de altura, podía introducirse en la lavadora y después seguir funcionando como el primer día… era el móvil todoterreno de aquellos tiempos. Y tal era su robustez que estamos hablando del dispositivo electrónico más vendido del mundo (más de 155 millones de ventas), por delante de otros dispositivos tan conocidos como la PlayStation 2 o el iPod de Apple.
Cuando el mundo aún se estaba adaptando a la llegada del anterior móvil, Nokia volvió a saltar a las portadas con el Nokia 6600. ¿Esta vez se trataba de nuevo de un teléfono con una tapa deslizable? ¿Su principal novedad era alguna nueva versión del juego de la serpiente? Para nada, se trataba ni más ni menos que de uno de los primeros móviles en incluir una pantalla a color. Además, disponía de una cámara VGA, de ranura para tarjetas de almacenamiento y de un sistema operativo configurado para hacer correr aplicaciones de todo tipo. El “no va más” del año 2003.
Y terminamos el artículo con uno de los móviles que cerró la época de los teléfonos tal y como se conocían antes. Llegó a las tiendas en el año 2005, y su nombre era Nokia N70. Compatibilidad con redes 3G, pantalla a todo color, cámara principal de dos megapíxeles, cámara frontal, sistema operativo Symbian S60… todos estos detalles convirtieron este teléfono en un éxito durante los últimos años de la telefonía móvil clásica.
Y nos dejamos por el camino otros móviles tan populares como el Nokia 3210, el Nokia N95 o incluso ese mítico intento de lanzar al mercado un teléfono-consola con el Nokia N-Gage. La historia de Nokia en el mundo de la telefonía móvil da para más de un libro.
Las imágenes han sido recopiladas por ALT1040.com.