Qualcomm ha presentado recientemente su nuevo procesador de alta gama para smartphones, el Snapdragon 835. Y con él llegará también una renovación en el sistema de carga rápida Quick Charge. La nueva versión, Quick Charge 4.0, permitirá obtener hasta 5 horas de autonomía para el teléfono con solo 5 minutos de carga. Además, esta tecnología será compatible con los nuevos estándares de USB, cada vez más extendidos: USB tipo C y USB-PD (Power Delivery).
Quick Charge 4.0 mejora la función de carga rápida
En comparación con la versión anterior, Quick Charge 4.0 de Qualcomm acelerará aún más la carga de los smartphones para ofrecer aún más autonomía con menos tiempo de carga. En concreto, la carga será un 20% más rápida y un 30% más eficiente.
Además, para responder a las preocupaciones de muchos usuarios sobre la protección de la batería, el nuevo sistema incorpora también numerosas mejoras de seguridad para preservar la vida útil de la batería, como protección ante exceso de voltaje o exceso de corriente, e incluso medidas para analizar y mantener bajo control la temperatura que alcanza el dispositivo durante el proceso de carga.
En la práctica, los smartphones con Quick Charge 4.0 podrán ofrecer hasta 5 horas de uso con solo una carga de 5 minutos. Todo ello manteniendo la vida útil de la batería, ya que esta mantendrá su capacidad de funcionamiento de fábrica (como mínimo, el 80% de las condiciones originales) incluso después de 500 cargas.
Los nuevos circuitos de Qualcomm que podrán integrar esta nueva versión de la tecnología de carga rápida empezarán a fabricarse ya a finales de 2016, y es probable que en el primer semestre de 2017 empecemos a ver los primeros smartphones que traerán de fábrica este sistema.
Ventajas y desventajas de la carga rápida
La función de carga rápida se ha empezado a incorporar de serie en un número cada vez mayor de smartphones. Aunque el sistema Quick Charge de Qualcomm es uno de los más conocidos, no hay que olvidar que muchos fabricantes de teléfonos también han desarrollado sus propias tecnologías para lograr que los usuarios puedan obtener una gran autonomía con pocos minutos de carga.
La ventaja es evidente: en caso de tener poco tiempo, solo será necesario conectar el smartphone a una fuente de alimentación durante 5 o 10 minutos (según el modelo de teléfono y el sistema específico de carga rápida). Con eso bastará para poder disfrutar del teléfono durante unas horas más.
Sin embargo, como ya hemos comentado, por lo general la vida útil de las baterías de los smartphones se resiente después de un cierto número de ciclos de carga utilizando esta función. Esto significa que, pasado un año o un año y medio desde la compra del teléfono, la duración de la batería con cada carga se reduce y la autonomía real del smartphone deja de ser la que ofrecía cuando estaba nuevo.
La posibilidad de sobrecarga o de sobrecalentamiento también existe, y por ello los fabricantes tienen que poner mucha atención en la calidad de los sistemas de seguridad incorporados para evitar sorpresas. Eso explica por qué Qualcomm ha insistido tanto en añadir nuevas medidas de protección de la batería en su versión Quick Charge 4.0.