No todos somos iguales, ni los móviles tampoco. Es probable que tengas un móvil que al principio, cuando lo compraste, su rendimiento era bueno. Pero a lo largo del tiempo ha comenzado a ir lento, y considerablemente lento. Hay diferentes factores que hacen que tu móvil vaya lento, pero esta es la verdadera razón.
En primer lugar, las capas de personalización tienen bastante culpa, sobre todo si hablamos de dispositivos Android. Los fabricantes apuestan por una interfaz diferente a Android Stock, que si bien añade funciones extras que pueden ir bien para el usuario, hacen que ralentice el terminal. ¿Por qué? Porque hay muchas apps que están ocupando espacio en la memoria, tal vez la interfaz esté plagada de animaciones o esté ligeramente capada. Es decir, que limiten el rendimiento. Si tienes un móvil con Android Puro tal vez no hayas notado una falta de rendimiento, ya que en la mayoría de los casos es Google quien se encarga de dar soporte al software, añadiendo actualizaciones y mejoras para que el rendimiento no se vea perjudicado.
Hay otra cosa que también está relacionada con las capas de personalización, y es el espacio que tenemos disponible en nuestro teléfono. Sobre todo en aquellos móviles de gama media o gama baja, que cuentan con una memoria eMMC. Este tipo de memorias gestiona su rendimiento de forma independiente al que proporciona el procesador. Por lo tanto, contra menor espacio libre, menos velocidad de lectura y escritura. Esto afecta sobre todo en la gestión de archivos, a la hora de descargar una aplicación o al realizar cualquier otra acción que requiera información del almacenamiento interno. Además, la memoria eMMC tiene una menor velocidad de lectura que las UFS. Un ejemplo: una memoria eMCC 5.1 (por ejemplo, la del Huawei P30 Lite) tiene una velocidad de lectura secuencias de 282 MB/s, mientras que una memoria UFS 3.0 (la del OnePlus 7 Pro) permite velocidades de hasta 2.100 MB/s.
Por lo tanto, que tu móvil vaya lento no tiene por qué ser porque la RAM es menor que la del otro modelo, o porque el procesador es de gama media y no de gama alta. De hecho, hay terminales con procesador de gama media que son mucho más fluidos que otros modelos con chip de gama alta. Por ejemplo, el Pixel 3a.
¿Cómo puedo mejorar el rendimiento de mi móvil?
Principalmente, eliminando aquellos archivos basura y que no son de utilidad, ya que están ocupando memoria en el almacenamiento del dispositivo. Además, elimina todas las aplicaciones que no utilices, así como los ‘gestores de rendimiento’ o ‘antivirus’, ya que están ocupando espacio y no son realmente necesarios.
También puedes recurrir a algún que otro truco para mejorar el rendimiento de tu móvil en momentos puntuales. Por ejemplo, acelerando las animaciones del sistema desde los ajustes de desarrollo. Tan solo tienes que ir a Ajustes > Información del sistema > número de compilación. Después, pulsar varias veces hasta que se active la casilla de desarrolladores.
Una vez activada, vuelve a ‘Ajustes’ y pulsa en la opción que dice ‘Opciones del desarrollador’. Busca los modos de animaciones y baja las diferentes transiciones a 0.5x.