La compañía finlandesa Nokia apuesta por reforzar su liderazgo actual en el terreno de la telefonía móvil. Y para hacerlo, nada mejor que las nuevas ideas que puede aportar Stephen Elop, que será desde el próximo 21 de septiembre el nuevo Presidente y Consejero Delegado de Nokia. Procedente de Microsoft, Elop es altamente reconocido en el mundo corporativo por su trabajo en la dirección de desarrollo de software y los éxitos logrados como Presidente en la División de Negocios de la compañía de Redmond.
Su aterrizaje en lo más alto de Nokia ha sido recogido con mucho entusiasmo en la compañía, que con la marcha del anterior mandatario de Nokia, Olli-Pekka Kallasvuo, pasa a convertirse en el primer Presidente de Nokia de procedencia no finlandesa. La trayectoria de Elop está muy unida a compañías cuya presencia en el sector de Internet y el desarrollo de herramientas multimedia lo convierte en un candidato ideal para potenciar los objetivos que tiene Nokia en este momento: hacer que el resto de fabricantes encuentren en la compañía finlandesa el duro rival que siempre ha sido, pero en esta ocasión, en materia de móviles inteligentes de nueva generación.
La salida del anterior CEO de la compañía estará compensada con 4,6 millones de euros, además de lo que obtenga de la venta de las acciones con las que cuenta Kallasvuo. Pese a todo, éste no abandona la compañía, sino que pasará a ocupar un lugar en el Consejo de Nokia-Siemens. No obstante, la presencia de Olli-Pekka Kallasvuo en este órgano tendrá carácter consultivo.
La llegada de Elop a lo más alto de la directiva de Nokia responde al deseo de la compañía de insuflar más potencia a determinados aspectos de la estrategia de mercado que Nokia no había desarrollado, en favor de otras líneas de trabajo. Con la incorporación del nuevo Presidente, el primer reto de Nokia será hacer que la línea de smartphones (y sus sistemas operativos Symbian 3 y Symbian 4, así como MeeGo) se posicionen en un lugar de mayor dominancia respecto a la competencia.