Mientras surjen nuevos rumores que apuntan a los posibles planes por parte de la coreana Samsung de apretar más las tuercas del mercado con una tercera edición del Samsung Galaxy S para finales de otoño, en Cupertino también se empiezan a conocer algunas datos para el futuro de sus terminales móviles. En concreto, el día ha amanecido con la idea de que Intel estaría interesada en convertirse en el fabricante de los procesadores que Apple instala en sus teléfonos y tabletas.
Este rumor no es baladí. Apple y Samsung pasan por su peor momento en lo que a relaciones comerciales se refiere. Ambas compañías se encuentran enzarzadas en una disputa legal a través de denuncias cruzadas por supuestas vulneraciones de patentes. Es por ello que la norteamericana Intel habría aprovechado la coyuntura actual para meter baza y promocionarse como una posible alternativa con vistas a convertirse en el proveedor del potente procesador que instalaría el iPhone 5.
Y es que los constantes rumores que vienen clamando el lanzamiento del iPhone 5 para después del verano podrían justificar el hecho de que, en caso de que Apple probase suerte con los procesadores de Intel, de modo que el propio manzanófono estrenase la nueva etapa de la compañía con chip de la empresa californiana. De hecho, actualmente Intel ya es proveedor de procesadores de Apple, ya que los ordenadores de la firma de Cupertino instalan chips basados en arquitectura x86, por lo que las conversaciones que ambas empresas no empezarían desde cero.
El iPad 2 es el único dispositivo que actualmente instala el procesador dual-core A5 de un GHz de potencia que fabrica Samsung, basado en arquitectura ARM Cortex-A9, e integrando una unidad gráfica dedicada. La cuestión ante esta marejada de rumores es si, de llegar a buen puerto para Intel, daría tiempo de incluir el A5 de este fabricante en el iPhone 5, siempre y cuando se dé por seguro que el próximo móvil de Apple no llegará antes de verano.