Un sorprendente vídeo lleva semanas campando a sus anchas por Internet. Se trata de una recreación basada en un concepto procedente de un (visionario) aficionado al teléfono de Apple, aunque no son pocos los que creen que realmente refleja las futuras prestaciones del iPhone 5. Nada más lejos de la realidad. Con características más cercanas a la ciencia-ficción que a las funcionalidades propias de un smartphone, ese iPhone 5 de fantasía ha hecho que se le caiga la baba a más de un expectante usuario, y conviene recordar que hasta la fecha poco o casi nada es lo que se sabe a ciencia cierta sobre el próximo manzanófono.
De cualquier modo, conviene repasar qué es lo que presenta el concepto de iPhone 5 (recuerda que al comienzo del vídeo se subraya el carácter ficticio de la representación que se presenta) para intentar dar con la clave de porqué el nuevo teléfono de Apple no se las gastaría con esas características futuristas.
Para empezar, tenemos el diseño ultradelgado. Más allá del hecho de que lo que se muestra en imagen es una maqueta con un flagrante tufillo a cartón satinado, la posibilidad de que se desarrolle un smartphone de semejante grosor en esta generación resulta muy remota. En el vídeo vemos una propuesta que, a vuela pluma, puede marcarse en los dos o tres milímetros de perfil.
En ese caso, y teniendo en cuenta que precisamente el apartado de las baterías es de los menos avanzados de cuantos componen las especificaciones de los terminales de la presente generación, resulta muy complicado hacer encaje de bolillos para incrustar una fuente de alimentación portátil en semejante sílfide. Y eso por no dedicarnos a otros componentes fundamentales, que difícilmente tendrían cabida en tan poco espacio.
Sigamos. Vemos también que este concepto tiene un teclado láser que se proyecta sobre una superficie y detecta la posición de nuestros dedos para interactuar como si fuese un teclado físico de formato clásico. Muy espectacular, pero tan sorprendente como improbable. Cierto que esta tecnología existe (se conoce como HLP), y que tiene en los sectores educativo y corporativo sus principales campos de aplicación.
Pero hasta donde se sabe, la sensibilidad de estos sistemas aún no es tan precisa como para incluirla en un dispositivo tan pequeño como un teléfono móvil. Eso por no hablar del ángulo de inclinación necesario para poder proyectar el teclado, que requeriría de accesorios para sostener el teléfono en la posición adecuada. Y otra cosa no, pero si a algo no le gusta Apple es lanzar terminales que compliquen la vida del cliente (excepto en el caso del iPhone 4 y el AntennaGate, pero eso es harina de otro costal).
En esta misma línea, podríamos descartar la presencia de un proyector holográfico como el que muestra la entusiasta recreación del fan de Apple que ha generado el vídeo que nos ocupa. No es un disparate pensar que un móvil integre un picoproyector (la surcoreana Samsung tiene un modelo, el Samsung Beam, limitado al mercado asiático, que dispone de un pequeño proyector láser), aunque en este caso, la propuesta que esgrime este concepto va más allá.
Lo que se muestra es la posibilidad de proyectar holografías, que está muy bien si tenemos una unidad R2D2 y necesitamos pedirle ayuda a Obi-Wan Kenobi, pero se nos complicará la cosa si lo que queremos es reproducir vídeos usando un móvil como fuente de proyección. Esta tecnología está en la hoja de ruta de muchas firmas (IBM predice que en 2015 podrían empezar a verse las primeras muestras de estos sistemas), aunque por el momento no pasa de ser una fantasía futurista que, no obstante, nos alegraría mucho ver el día que Tim Cook presente el iPhone 5. No obstante, si quieres ahorrarte una desilusión, conviene que te hagas a la idea de otras prestaciones más prosaicas y funcionales.
Fuente: Aatma Studio
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