La pantalla del nuevo iPhone 5 será uno de los principales atractivos de la sexta generación de teléfonos de Apple. El interés que ha generado esta parte del perfil técnico del smartphone que la firma californiana presentaría a las puertas de cerrar el presente verano va más allá del posible estirón que habría dado ””pasando de 3,5 pulgadas a cuatro pulgadas””.
Además, hay una especial curiosidad por comprobar qué tal luce la tecnología In-Cell en el iPhone 5. Los paneles In-Cell, ya te lo hemos contado, tienen como peculiaridad la posibilidad de reducir notablemente su grosor, manteniendo unos niveles de brillo muy importantes. Con ello, los chicos de Cupertino habrían conseguido meter en cintura a su nuevo móvil, llegando a desarrollar un grosor de sólo 7,9 milímetros.
No obstante, la migración de las pantallas IPS Retina a las In-Cell ””con una supuesta densidad de 326 puntos por pulgada, según los rumores”” podría estar acarreándole algunos problemas a Apple. Hemos conocido a través de DigiTimes que la multinacional californiana habría hecho un pedido de entre 25 y 30 millones paneles de este tipo a Japan Display ””el consorcio de empresas niponas, compuesto por Sony, Toshiba e Hitachi, encargado de surtir de pantallas In-Cell a Apple”” con vistas a respaldar el entusiasta estreno del iPhone 5.
No obstante, las fábricas del proveedor habrían sufrido problemas, no tanto con los sistemas de producción de estos paneles como con la asunción de unos costes que no se habían contemplado en un principio. Las consecuencias directas de esta incidencia se traducirían en unas partidas notablemente mermadas respecto a lo pactado: sólo podrían cubrir entre cuatro y cinco millones del pedidos respecto a lo contratado por los de Cupertino.
No obstante, Apple no quiere que cunda el pánico. El tercer trimestre debe contar con la partida exigida por la compañía, y para ello, los de la manzana pretenden solventar el problema a golpe de talonario. Para ello, ha depositado la mirada en la también japonesa Sharp, la cual habría recibido el encargo de desarrollar pantallas In-Cell con un nutritivo incentivo de entre diez y quince dólares por unidad, el cual también se ha trasladado a Japan Display.
La idea es que con ello se compense la rentabilidad que desde esas compañías han argumentado como eje en los problemas de producción de este tipo de paneles. Esta es, por otro lado, una prueba muy sólida acerca de la confianza que Apple tiene en las ventas de su próximo primer espada para el mercado de smartphones.
Por cierto, que como decimos, cobra forma la idea de que el iPhone 5 empezará a circular por las tiendas en septiembre. Aunque se pensaba que se haría coincidir la presentación de este teléfono con el aniversario de su predecesor, el iPhone 4S ””que se dio a conocer el 4 de octubre de 2011””, ya son varios los prestigiosos medios norteamericanos que se hacen eco de fuentes internas de Apple, las cuales situarían el evento para el 12 de septiembre, y el lanzamiento el 21 de septiembre.
Nos referimos a la primera oleada de la llegada a las tiendas del iPhone 5, la cual tradicionalmente se suele dar en un puñado de países ””Estados Unidos, Gran Bretaña, Fracia, Alemania o Japón, entre otros””, con lo que, si se sigue con la tradición de terminales anteriores, no asistiríamos a la segunda batida de lanzamientos hasta un par de semanas después, es decir, el viernes 5 de octubre. En ese momento, en el que estaría supuestamente incluido nuestro país entre las regiones donde se pondría a la venta el iPhone 5, sí que se haría coincidir la puesta de largo comercial del terminal con un hito en la historia de Apple: el fallecimiento del fundador de la compañía, Steve Jobs.