La guerra de los megapíxeles se libra con munición de distinto calibre. Así está resultando durante este año y así parece que seguirá siendo el que viene. Al menos, si atendemos a los rumores tempraneros que ya empiezan a referirse al Samsung Galaxy S5. Sí, S5.
La semana que viene se presentará el Samsung Galaxy Note 3, y la surcoreana, como es lógico por otro lado, estaría enfrascada en el desarrollo de la quinta generación de sus smartphones de cabecera. A través del medio especializado SamMobile hemos sabido que la compañía asiática está realizando pruebas con un sensor de 16 megapíxeles con vistas a instalarlo en su siguiente súper móvil. Por desgracia, parece que habrían descartado la posibilidad de hacer que el Samsung Galaxy Note 3 estrenara esta característica, desplazando su estreno al gama alta que conoceríamos en 2014, con lo que repetirían la jugada que vienen compartiendo los Galaxy S y Galaxy Note desde hace un par de años.
El hecho de que el Samsung Galaxy S5 estrenara el nuevo sensor no sólo es interesante por la capacidad de distribuir megapíxeles de que dispondría, sino que algo más habría captado la atención del medio coreano Naver ””artífice principal de la noticia””. En este caso, se trataría de la presencia de un estabilizador óptico integrado en la cámara del hipotético Samsung Galaxy S5. Resulta destacable la presencia de esta prestación porque puestos a mejorar las posibilidades de captura de imagen y vídeo en móviles, la necesidad de mitigar los tembleques y movimientos derivados por la sensibilidad de un dispositivo tan ligero se hace más que perentoria.
De hecho, esta tarea ya está en la hoja de ruta de muchos fabricantes. Pensemos en la finlandesa Nokia, por ejemplo. Sus Nokia Lumia 920, Lumia 925 y Lumia 1020 presumen con orgullo precisamente de esto. Y de hecho, en el modo de filmación de vídeo la estabilidad que alcanzan en captura de alta definición FullHD es realmente destacable. En el Nokia Lumia 1020 habrían afinado todavía más esta mejora, aunque por el momento no estamos en disposición de asegurar hasta qué punto han implementado la estabilización.
Y ojo, porque el aumento en megapíxeles y la presencia de un estabilizador no son los únicos puntos que destacarían en la cámara del nuevo Samsung Galaxy S5. La palabra mágica ””o el término mágico, más bien”” en este punto es 4K. Hablamos de un índice de resolución que duplica los registros de lo que conocemos por FullHD, y parece que los fabricantes quieren anotarse este tanto en sus próximos buques insignia. La japonesa Sony habría jugado bien sus cartas, siendo la primera que lo integraría en el Sony Xperia Z1, terminal que conoceríamos en apenas una semana al mismo tiempo que el Samsung Galaxy Note 3 ””el cual, por cierto, habría podido desarrollar esta calidad de captura, aunque Samsung finalmente optase por no integrar dicha prestación””. Así, la decisión de la surcoreana por no equipar su próximo tabletófono con la capacidad de filmar en 4K implicaría que el Samsung Galaxy S5 sí que apuntase en esa dirección. No obstante, este momento es demasiado prematuro para echar las campanas al vuelo y muchos meses nos separan del estreno del siguiente paso evolutivo en la cadena Galaxy S.