El estreno de un nuevo smartphone ha acabado siendo como una noche de bodas: el margen para la sorpresa ha acabado siendo mínimo. La cadena de filtraciones, rumores y pronósticos por parte de analistas configura con precisión una anticipación de cómo serán los próximos equipos de referencia que veremos en el mercado. No obstante, en muchas ocasiones no hay plena coincidencia con todos los datos de que se va disponiendo, lo que termina animando el debate acerca de cuáles serán finalmente las prestaciones de que haga gala cada equipo. El Samsung Galaxy S5 no es ajeno a este fenómeno. Y de entre todo lo que se ha sabido oficiosamente hasta ahora, desde aquí nos inclinamos a pensar que habrá, al menos, cinco características que la surcoreana no dejará de incluir en su próximo buque insignia.
Mayor definición de pantalla
Ya llevamos un par de generaciones viendo pantallas FullHD. Y mientras tanto, los paneles siguen creciendo. Dado que la compañía ya dispone de un par de líneas que terminales con superficies táctiles de gran formato (las de Samsung Galaxy Note y Samsung Galaxy Mega), sería poco probable que el Samsung Galaxy S5 dispusiera de una pantalla de más de cinco o 5,2 pulgadas. La clave, por tanto, descansaría sobre la resolución efectiva. Y Samsung ya anunció el mes pasado que planea lanzar smartphones con paneles de 2.560 x 1.440 píxeles ””y de mayor definición más adelante””. El Samsung Galaxy S5 sería la perfecta ocasión para inaugurar esta serie, y nos vemos persuadidos a pensar que así será.
Potencia a 64 bit
Apple abrió el melón con su procesador A7 en el iPhone 5S, y el resto de fabricantes han empezado a bailar al mismo ritmo. Samsung y la californiana Qualcomm ya han anunciado que han desarrollado con éxito unidades de 64 bit, y podríamos apostar a que el Samsung Galaxy S5 llevará uno de estos chips. O quizás los dos. El Samsung Galaxy S4 se puso en circulación en modelos con procesadores Exynos y Snapdragon, algo que podría ocurrir en su sucesor. Así, conoceríamos un nuevo buque insignia que llevara la nueva unidad de Samsung dotada de una arquitectura de ocho núcleos y compatible con la tecnología de 64 bit, presentando un enorme salto cualitativo en su categoría; otra edición, por su parte, dispondría del Snapdragon 805 HD.
Cámara ISOCELL de 16 megapíxeles
La firma surcoreana también anunció hace semanas que había conseguido desarrollar con éxito un nuevo tipo de sensor que bautizó como ISOCELL. Estas unidades consiguen registrar más luz a través de los fotorreptores que distribuye para capturar imágenes. Estos receptores serían de mayor tamaño que los que vienen estando presentes en los sensores que hemos conocido, aunque sensiblemente más pequeños que los del iPhone 5S o los HTC One con tecnología ultrapíxel. Comparativamente, el Samsung Galaxy S5, de recurrir a esta tecnología, equilibraría los resultados efectivos, ya que duplicaría en tamaño los resultados de sus competidores directos, apostando por una cámara de 16 megapíxeles.
UHD
Casi damos por descontado que el Samsung Galaxy S5 podrá filmar vídeos con calidad UHD, o lo que es lo mismo, en ultra alta definición. El Samsung Galaxy Note 3 ya hace gala de esta característica, y anticipando la potencia que tendría el próximo primer espada de Samsung sería decepcionante que no cumpliese con este pronóstico. Del mismo modo, podríamos esperar que también filmase a cámara lenta con una tasa de 120 imágenes por segundo. El colofón que impulsaría la presencia del Samsung Galaxy S5 en este apartado sería que la opción de slow motion fuese compatible con el estándar FullHD, y no con el HD720p que marcan como techo los Samsung Galaxy Note 3 y iPhone 5S.
Batería
Podríamos habernos decidido por cerrar el repaso hablando de la posible carcasa de metal, el nuevo catálogo de aplicaciones inteligentes o el hipotético diseño curvo del que se viene hablando desde hace semanas. Pero de entre todos los rumores ha habido uno aparentemente discreto, aunque muy importante, que apunta al amperaje de la batería que llevaría el Samsung Galaxy S5: nada menos que 4.000 miliamperios. Esta carga linda con la que encontramos en tabletas de pequeño formato, y responde a la lógica de nutrir de una autonomía a la altura de un buque insignia capaz de incluir prestaciones como las que hemos citado a lo largo de este artículo. Recordemos que el Samsung Galaxy S4 dispone de una batería de 2.600 miliamperios, con lo que el salto resultaría más que significativo.
A ver, que grabe en 4K a 30 fps o en 720p a 120 fps es esperable, ya que si no recuerdo mal, es algo que ya es capaz de hacer el Note 3. Pero eso de 1080p a 120 fps me parece bastante exagerado. Sería genial,pero parece poco probable.
Por otro lado, lo de la carcasa de metal sería un paso adelante, pero siempre en el caso de que se pudiera ampliar la memoria mediante tarjetas micro USB, y sería ideal poder cambiar la batería como en los anteriores Galaxy.
Y algo que no he visto entre las posibles características, que sin duda considero muy útil, es la incorporación de un puerto USB 3.0 al igual que en el Note 3.
Hay que mirar de poner el estabilizador óptico en el S5, pero en el note 4 no tiene perdon si no lo llevara, seria una falta de calidad imperdonable con respecto a otras masrcas.