Por qué los móviles de Xiaomi son tan baratos

Comprar móviles chinos se ha convertido en una opción cada vez más recurrida, tanto por usuarios que buscan teléfonos asequibles como por usuarios que quieren las mejores caracterí­sticas al menor precio posible. Xiaomi es uno de los fabricantes asiáticos de mayor éxito en el mercado, y así­ lo demuestra el hecho de que hayan vendido 34 millones de teléfonos inteligentes en lo que va de año. ¿Qué tienen los móviles de Xiaomi para amasar este éxito en el mercado, tanto en China como en el resto del mundo?

Evidentemente, sus precios difí­cilmente tienen competencia. El Xiaomi Mi 4i se anunció con un precio que rondaba los 220 dólares, y eso incluí­a un móvil con una pantalla con resolución Full HD, un procesador Snapdragon 615, 2 GigaBytes de RAM, Android 5.0 Lollipop, 3.120 mAh de baterí­a… y, si echamos un vistazo a los productos adicionales a los móviles, nos encontraremos con que una cámara como la Xiaomi Yi Camera cuesta poco más de 70 dólares. Pero… ¿por qué los móviles de Xiaomi son tan baratos? En este artí­culo nos hemos propuesto averiguarlo, y en cinco puntos vamos a entender perfectamente el por qué de los ajustados precios de los móviles de esta marca.

1. – Reducción de costes

¿Qué hacemos en casa cuando toca afrontar una situación económica complicada? Nos apretamos el cinturón, y eso es precisamente lo que lleva haciendo Xiaomi desde su nacimiento. De hecho, no ha sido prácticamente hasta hace algunos meses cuando Xiaomi ha comenzado a abrir sus primeras «tiendas» fí­sicas en el mundo -o mejor dicho, hablamos de «centros de experiencias» o «Mi Homes«, ya que en estas tiendas no se pueden comprar móviles de Xiaomi (aquí­ lo podemos leer en un mensaje publicado en los foros de la compañí­a)-. Una de las más recientes de estas aperturas ha tenido lugar en China, y en este reportaje de la CNN podemos ver cómo es la tienda por dentro.

De esta forma, todas las ventas de Xiaomi pasan por Internet. Y no pensemos que Xiaomi invierte mucho dinero en tener una página web de ventas espectacular; gran parte de sus ventas pasan por TMall.com, que de alguna manera -dicho de una forma muy simplificada- vendrí­a a ser el Amazon chino; por lo tanto, lo único que tiene que hacer Xiaomi es exponer sus productos (desde móviles hasta accesorios) en esta tienda, y las ventas vienen prácticamente solas. Gastos con tendencia al cero en infraestructuras, en plataformas web, en distribución… empezamos a entender el por qué de los precios de los móviles de esta marca, ¿verdad?

Desde sus primeros meses de vida, Xiaomi ha centrado su estrategia comercial en minimizar todo lo posible los gastos, y eso pasa por no invertir prácticamente dinero en publicidad. Y cuando hablamos de publicidad lo hacemos refiriéndonos al modelo publicitario convencional, ya que en una entrevista realizada el año pasado el propio Hugo Barra (uno de los cargos más importantes de Xiaomi, y cabeza visible de la compañí­a) declaró que «[Xiaomi] vive en las redes sociales, que son mucho menos costosas para nosotros«.

– Así­ que, primer punto para copiar el éxito de Xiaomi: vender exclusivamente por Internet e invertir el mí­nimo dinero posible en publicidad.

2. – Calidad tiene que haber

Pero ojo, ser una compañí­a de puño cerrado no es suficiente para triunfar en el mercado de la telefoní­a móvil. Cualquier compañí­a china podrí­a seguir esta misma estrategia, y podrí­amos apostar a que no durarí­a más de unos meses en el mercado. ¿Por qué? Xiaomi, además de vigilar mucho sus gastos, ha sabido poner la atención en los detalles más importantes. Xiaomi negocia muy bien con los fabricantes a los que adquiere los componentes de sus móviles, lo que le permite obtener más calidad en el producto final invirtiendo el mismo dinero que otras compañí­as.

De hecho, comentaba Hugo Barra en una entrevista que Xiaomi ha alcanzado acuerdos muy beneficiosos con sus proveedores, y al seguir lanzando teléfonos inteligentes basados en componentes similares (o, en algunos casos, en componentes idénticos que no necesitan ser renovados), siguen recibiendo los mismos descuentos incluso en móviles que se venden como de última generación. En resumen, una situación beneficiosa tanto para el consumidor como para el fabricante.

Pero, además, Xiaomi también otorga una vida útil mucho más alta a sus móviles (hasta 20 meses después de la presentación, frente a los seis u ocho meses de la competencia). Y cuanta más vida útil tengan los móviles, mayor es el tiempo que la compañí­a colabora con los proveedores, lo que se acaba traduciendo en descuentos y mejoras en los componentes que benefician a ambas partes.

Y tampoco neguemos lo evidente: ese toque de «One more thing» basado en Apple siempre ayuda a embellecer la imagen de una marca de origen asiático.

– Segundo punto para copiar el éxito de Xiaomi: otorga calidad a tus productos y, si eres consciente de lo que estás haciendo, no lleves la contraria a las personas que te comparen -para bien o para mal- con compañí­as como Apple («Uno dirí­a que ser comparado con Apple es una cosa genial«, dijo en su momento Hugo Barra).

3. – Riesgos, los justos

Por si no fuera suficiente con todo lo anterior, Xiaomi casi siempre juega con un as bajo la manga. ¿Que un teléfono inteligente recién presentado no tiene la aceptación esperada? No hay ningún problema; Xiaomi solamente habrá fabricado unas pocas cientos de unidades de ese móvil, y difí­cilmente quedará alguna unidad sin vender. Xiaomi fabrica sus teléfonos inteligentes muy a la baja, y el hecho de manejar inventarios tan pequeños de móviles es lo que reduce prácticamente a cero el riesgo de fracasar con algún modelo en concreto (de ahí­ las «ventas flash«; pocas unidades de un móvil que se venden en cuestión de horas, garantizando a Xiaomi el presupuesto necesario para cubrir la primera hornada de terminales).

– Tercer punto para copiar a Xiaomi: los riesgos, para los deportistas.

4. Los «iconitos» dan dinero

Para un usuario europeo, comprar iconos para una aplicación no suena especialmente atractivo. Pero los usuarios chinos son muy diferentes a los usuarios europeos en gran variedad de aspectos, y uno de ellos es la atracción por los iconos y la personalización en los móviles. Para que nos hagamos una idea, la aplicación de mensajerí­a instantánea Line abrió el año pasado un servicio que permití­a a los usuarios asiáticos crear y vender «stickers» a través de esta plataforma; ¿cuál fue el resultado? 1,47 millones de dólares en «iconitos» vendidos en un mes. Casi nada.

En Xiaomi puede que no gasten dinero en publicidad, pero desde luego disponen de un equipo que conoce a la perfección las tendencias de su propio mercado. Por ello, Xiaomi lleva tiempo ofreciendo a los usuarios chinos diferentes opciones de personalización de pago para la capa de sus teléfonos inteligentes. Cuánto y cómo son las dos grandes incógnitas de este servicio, ya que Xiaomi no ofrece cifras concretas de los ingresos obtenidos a través de estas ventas. En cualquier caso, viendo el ejemplo de Line, suponemos que no son cifras precisamente pequeñas.

– Cuarto punto para copiar a Xiaomi: si hay demanda, vende todo lo que pueda tener un precio.

5. – Europa, Estados Unidos… ¡ni locos!

Mucho se ha hablado de la incursión de Xiaomi en Europa o en Estados Unidos. Pero, más allá de unos inocentes auriculares y accesorios varios, lo cierto es que Xiaomi todaví­a no se ha atrevido a dar el paso a entrar de lleno en mercados tan potentes como el europeo o el estadounidense. ¿Y por qué? Factores puede haber muchos, pero desde luego los problemas de patentes que en su dí­a analizaron en el diario IBTimes.com tienen mucho que ver.

En cuanto a Xiaomi se le ocurra pisar suelo americano, lo más probable es que se encuentre con decenas de demandas de patentes de pesos-pesados como Apple, Samsung o Nokia. Las demandas por patentes en Estados Unidos están a la orden del dí­a, y para una compañí­a que supuestamente tiene tan solamente dos patentes en ese territorio, desembarcar con precios agresivos no parece ser la mejor idea en estos momentos. Xiaomi se habrá ahorrado muchos quebraderos de cabeza -y, sobre todo, mucho dinero- con las patentes (mejor dicho, con la ausencia de patentes), pero esa misma decisión es la responsable de los problemas a los que se podrí­a enfrentar si abandona su territorio.

– Quinto y último punto para copiar a Xiaomi: olví­date de las patentes, eso es para los americanos.