Ahora que Samsung ya ha presentado todo el plantel de terminales de gama alta para 2017, el siguiente paso lógico es comparar cuál de todos ellos es el mejor. O al menos, cuál de ellos elegiríamos como claro vencedor y para llevarlo en nuestro propio bolsillo. Y para eso estamos aquí. Presentamos, en una esquina del cuadrilátero, al grandioso, al novedoso y al armado (con un S pen) Samsung Galaxy Note 8. Con un tamaño menor, pero igualmente potente y pelón, tenemos al Samsung Galaxy S8+, el hermano mayor de la gama alta de Samsung. ¿Quién vencerá?
Desde luego la pugna es difícil. Al fin y al cabo ambos terminales cuentan con el mismo corazón. Un procesador Exynos 8895 fabricado en 10 nanómetros, con 64 bit y con 8 núcleos capaz de mover cualquier tarea sin despeinarse. Así que son los diferentes tamaños de pantalla, 6,2 y 6,3 pulgadas, así como todos los complementos y funciones extra los que determinan la victoria de uno u otro terminal. No dejes de leer nuestra comparativa.
Ficha comparativa
Samsung Galaxy Note 8 | Samsung Galaxy S8 Plus | |
Pantalla | 6,3 pulgadas, QHD+ (2960 x 1440) (521ppi) | 6,2 pulgadas, QHD+ de 2.960 x 1.440 píxeles (529 ppp) |
Cámara principal | Dos objetivos de 12 megapíxeles ( F/1.7 gran angular y F/2.4 teleobjetivo), Dual Pixel | 12 MP Dual Pixel, f/1.7, OIS, sistema de enfoque rápido |
Cámara para selfies | 8 megapíxeles con apertura f/1.7 autoenfoque | 8 MP, f/1.7 |
Memoria interna | 64 GB | 64 GB |
Ampliación | Con tarjetas microSD de 256 GB | Con tarjetas microSD de 256 GB |
Procesador y memoria RAM | Exynos de 8 núcleos (4 x 2.3 GHz y 4 x 1.7 GHz), 6 GB de RAM | Exynos de 8 núcleos (4 x 2.3 GHz y 4 x 1.7 GHz), 4 GB de RAM |
Batería | 3.300 mAh con carga rápida y carga inalámbrica rápida | 3.500 mAh con carga rápida y carga inalámbrica |
Sistema operativo | Android 7.7.1 | Android 7.0 Nougat |
Conexiones | BT 4.2, GPS, USB de tipo C, NFC, WiFi 802.11ac | BT 4.2, GPS, USB de tipo C, NFC, WiFi 802.11ac |
SIM | nanoSIM | nanoSIM |
Diseño | Metal y cristal, colores: negro, oro y azul | Metal y cristal, colores: negro, gris morado y gris metálico |
Dimensiones | 162,5 x 74,8 x 8,6 milímetros (195 gramos) S Pen: 5,8 x 4,2 x 108,3 mm (28 gramos) |
159,5 x 73,4 x 8,1 milímetros, 173 gr |
Funciones destacadas | S Pen (dibujar GIF, traducir frases, tomar notas sin límite en la pantalla apagada”¦), compatibilidad con Samsung Dex actualizado, efecto bokeh en fotos. Lector de huellas. Escáner de retina. Reconocimiento facial. | Lector de huellas, escáner de retina, reconocimiento facial |
Fecha de lanzamiento | Próximamente | Disponible |
Precio | Desde 1010 euros | Desde 850 euros |
Diseño
Es uno de los puntos clave en ambos dispositivos. Samsung ha dado con la clave para crear móviles preciosos a la vista y cómodos al tacto. Curvar las pantallas en los laterales, lo que en el Samsung Galaxy S6 llamaron Edge, ahora es un estándar para la gama alta de Samsung. Ambos terminales, tanto el Note 8 como el Samsung Galaxy S8+ cuentan con un diseño muy similar. Sus pantallas son curvadas en los laterales, y no cuentan con aristas en ningún lado. Todo son curvas y redondeces. Algo que les otorga un aspecto realmente atractivo y elegante.
Pero hay varias diferencias a remarcar. Por un lado están las medidas. En este aspecto, el Samsung Galaxy S8+ es algo más pequeño que el Samsung Galaxy Note 8. Concretando, el Samsung Galaxy S8+ cuenta con unas medidas de 159.5 mm (alto) x 73.4 mm (ancho) x 8,1 mm (grosor), mientras que el Note 8 es 162,5 mm (alto) x 74,8 mm (ancho) x 8,6 mm (grueso) milímetros. Algo lógico ya que cuenta con una pantalla de 6,3 pulgadas en lugar de una de 6,2. Y también si nos acordamos que, dentro de su cuerpo, aloja el S Pen. Por supuesto, esta diferencia de tamaño también se refleja en el peso. 173 contra 195 gramos.
¿Cuadrado o redondo?
Y el tamaño no lo es todo. Hay un cambio de diseño bastante notable en las formas del Samsung Galaxy Note 8 respecto al Samsung Galaxy S8+. Hablamos de sus líneas generales y de sus esquinas. Éstas son más cuadradas, dentro de su redondez. Así, encontramos que el Note 8 muestra un contorno más cuadrangular que el S8+. Algo que quizá lo hace más formal y elegante frente a la sensual y atractiva línea curva.
En lo que sí coinciden es en la distribución de los botones. Ambos cuentan con el nuevo botón para el asistente Bixby y sufren (o disfrutan) de la liberación del botón de inicio. También coinciden en su certificación IP68. Es decir, ambos terminales son resistentes al polvo y al agua. Eso sí, nunca sumergiéndolos a más de un metro y medio de profundidad ni durante más de una hora. Además Samsung nos recomendó no acercarlos al agua salada, donde esta certificación no asegura que el móvil sufra algún daño.
Huellas y lector de huellas
Por cierto, también llegan en colores diferentes. El S8+ se puede encontrar en negro, gris orquídea y plata. Por su parte, el Samsung Galaxy Note 8 está disponible en negro, oro y un tono azul eléctrico de lo más atractivo. En ambos casos hay que tener mucho cuidado con los dedos grasos. Las huellas quedan desperdigadas por todo el terminal con facilidad.
También existe una crítica común en sus diseños: la ubicación del lector de huellas. Éste se encuentra junto a la cámara en el dorso del dispositivo. Una posición elevada que complica las cosas a la hora de usarlo, tanto por su cercanía a las lentes como por el propio tamaño del móvil.
Procesador y memoria
Se nota que en Samsung estaban contentos con la fórmula del Samsung Galaxy S8+, y es que han variado muy poco la ficha técnica del Samsung Galaxy Note 8. Si algo funciona bien ¿para qué cambiarlo? El S8 es uno de los terminales más potentes del mercado gracias a su procesador o SoC Exynos 8895. El mismo que integra el Note 8.
Es una bestia parda actualizada y muy capaz. Su fabricación en 10 nanómetros consigue que sea más eficiente. Mientras, sus 8 núcleos (4 núcleos a 2,3 GHz + 4 núcleos a 1,7 GHz) le otorgan potencia más que de sobra para cualquier gestión. Permite conectarse a redes LTE y gestionar conexiones de hasta 1 gigabit por segundo (aún queda bastante para ver esta infraestructura funcionando en España). Esto se acompaña con un chip gráfico capaz de mover los últimos juegos del mercado sin tirones. Y lo propio con procesos gráficos como editar vídeos y fotografías. Es decir, lo mejorcito del mercado. Así que mejor no tocarlo.
Memoria
Donde sí cambian las tornas es en la memoria. Aunque solo si atendemos a la memoria RAM. Aquellos que quieran asegurarse la fluidez del terminal en sí y de las diferentes aplicaciones y funciones en particular, deberían optar por el Samsung Galaxy Note 8. Llega al mercado con nada menos que 6 GB de memoria RAM. Más que de sobra para cualquier cuestión, pero casando con el estándar que se está imponiendo recientemente entre los fabricantes y sus móviles de gran tamaño. El Samsung Galaxy S8+, sin embargo, se queda en los 4 GB de RAM. No es una cantidad despreciable, cumple más que de sobra su cometido, pero el número es ciertamente menor.
Respecto al almacenamiento, ambos dispositivos cuentan con 64 GB de serie. Una cantidad que se ve ligeramente reducida en unos cuantos gigabytes debido a la instalación del sistema operativo Android, aplicaciones de Google y de la propia Samsung. Lo bueno es que, en ambos terminales, existe una ranura para tarjetas microSD con la posibilidad de ampliar todo este almacenamiento hasta en 256 GB más.
Batería
Escudriñando ambas fichas técnicas, solo encontramos una diferencia más importante (el caso del apartado fotográfico merece una sección aparte): la batería. Y es que Samsung ha reducido la capacidad de la batería del Samsung Galaxy Note 8. Y lo ha hecho, a buen seguro, por varias razones de peso. De esta manera pasamos de los 3.500 mAh del Samsung Galaxy S8, a los 3.300 mAh del Note 8. La diferencia no es abrumadora, pero permite reducir el tamaño de la pila dentro del cuerpo. Quizá ésta sea la clave por la que, en apenas unas décimas de milímetro, el Samsung Galaxy Note 8 es capaz de integrar su lápiz S Pen.
Por supuesto, en la memoria también tenemos lo ocurrido con el Samsung Galaxy Note 7 y su posterior retirada del mercado. Problemas que una batería de menor calibre no debería sufrir. Sobre todo tras lo aprendido por Samsung. A favor de esta medida de reducción de mAh en la batería hay que hablar de la carga rápida y la carga inalámbrica rápida. Elementos que permiten que, en unos cuantos minutos, recuperemos varias horas de autonomía.
Dos ojos ven más que uno
El Samsung Galaxy S8 y el Samsung Galaxy S8+ han conseguido el beneplácito de la crítica y los usuarios respecto a las cámaras. Samsung optó en este caso por una cámara principal con un solo objetivo de 12 megapíxeles y una apertura de foco de f1.7. Los resultados son realmente buenos: colores realistas, imágenes con alto contraste llenas de color, definición y una gran agilidad a la hora de capturar el momento. Todo lo necesario para alzarse entre las mejores del mercado. Pues bien, si un objetivo ya era bueno, Samsung ha decidido dar el salto y colocar dos en el Samsung Galaxy Note 8. Y son un gran acierto.
En el caso del Note 8 la cámara principal cuenta con dos objetivos de diferente tipo pero de 12 megapíxeles cada uno. Uno de ellos es un gran angular de apertura f/1.7 para capturar una amplia escena con total luminosidad, claridad y definición. El otro es un teleobjetivo con apertura f/2.4 capaz de añadir hasta dos aumentos de zoom óptico. Es decir, es capaz de mostrar objetos lejanos con claridad, sin perder definición. Solo hay que realizar el gesto de pellizco habitual para aplicar el zoom y saltar de la vista de un objetivo al otro. Por cierto, estos dos objetivos cuentan con estabilizador óptico de imagen.
Efecto desenfoque
Pero no nos engañemos, la función estrella que llama la atención de la doble cámara del Samsung Galaxy Note 8 es su modo retrato. O como lo llaman en Samsung, el Live Focus. Se trata del efecto bokeh que se encarga de diferenciar el primer plano del fondo, desdibujando este. Algo que ha hecho muy famoso el iPhone 7 Plus de Apple este último año, así como otros fabricantes con acabados no tan acertados. En el caso del Note 8, además, es posible aplicar este efecto antes y después de capturar la imagen. Guarda la foto original y la editada para volver a cambiar la intensidad del efecto bokeh con su regulador en cualquier momento. Y los resultados son realmente buenos. Nada de dejarse elementos fuera del emborronado o de emborronar el objeto principal de la foto.
El único problema en este punto es que el Samsung Galaxy S8+ no alcanza la misma calidad en este tipo de fotos. Algo que le resta puntos en esta comparativa a pesar de su sensor Dual Pixel y sus geniales resultados fotográficos.
Samsung Dex
Varias semanas antes del lanzamiento del Samsung Galaxy Note 8, la compañía surcoreana sacaba al mercado la estación Samsung Dex. Fue presentada junto al Samsung Galaxy S8 y al Samsung Galaxy S8+, a los que transformaba en auténticos ordenadores de sobremesa gracias a la conectividad extra que añade. Con el S8 y S8+, el Samsung Dex se puede controlar casi como si de un ordenador Windows se tratase. Algo que permite el uso de un teclado físico completo y un ratón para editar documentos de texto o moverse por diferentes aplicaciones. Incluso hay comandos para usar en el teclado que se corresponden con lo visto en Windows.
Toda una comodidad para disponer de un ordenador completo con solo llevar el teclado, el móvil y el Samsung Dex y conectarlos a un televisor de hotel, por ejemplo. Las posibilidades son muy variadas. Algo que también se aplica al Samsung Galaxy Note 8. Claro que hay algunas diferencias a mencionar.
Samsung ha actualizado y mejorado el uso de Samsung Dex a través del Samsung Galaxy Note 8. Algo que se aprecia en el control multiventana de las aplicaciones. El diseño del entorno de Samsung Dex se parece aún más a Windows en el Note 8 gracias al uso de la multiventana y multitarea para aplicaciones que no estaban desarrolladas con esta característica en un inicio. Así, no solo se puede navegar por las aplicaciones o los contenidos del terminal, sino también usar varias de ellas a la vez. Incluso llevar contenido de una a otra. Arrastrar y soltar es posible con esta combinación.
También para jugones
También se han mejorado otros elementos más lúdicos en el tándem Dex-Note 8. Los jugones dispondrán de Game Launcher para ampliar el tamaño de la pantalla del móvil sobre el monitor. Así, jugar a Clash Royale es más cómodo y visual. Y aún hay más. Los desarrolladores de videojuegos solo tienen que insertar una línea de código para hacer compatible sus juegos completamente con Samsung Dex y el Samsung Galaxy Note 8. Durante la presentación, Samsung se encargó de demostrar esta función echando una partida al título Vain Glory. Para sorpresa de todos, el juego corría a pantalla completa y se controlaba directamente con el teclado y el ratón. Como si fuera un mero juego de ordenador.
Además, gracias a su enfoque de productividad, el Samsung Galaxy Note 8 cuenta con varias herramientas extra a través de Samsung Dex. Hablamos de Lightroom de Adobe, por ejemplo, con la que editar fotografías de forma más sencilla que con Photoshop. O un nuevo gestor de correo electrónico que incorpora la información de contactos y un completo calendario. O incluso un programa enfocado a la producción musical con el que recopilar melodías de aparatos conectados, editarlas y exportarlas. Todo ello a través de un móvil, aunque tenga aspiraciones de ordenador gracias a la estación Samsung Dex.
Así que, si lo que buscas es un móvil que gane la partida también como ordenador. Vuelve a ser el actualizado Samsung Galaxy Note 8 quien gana esta pequeña batalla dentro de la comparativa.
Conclusiones
Poco que concluir. Queda claro que Samsung ha repetido una fórmula ganadora. La ha repetido y la ha mejorado ligeramente. El Samsung Galaxy Note 8 bebe directamente del Samsung Galaxy S8+. Lo hace en el diseño, repitiendo formas, certificación IP68 y disposición de botones y sensores. Pero lo actualiza con un toque algo más formal debido a la cuadratura general del terminal. No hay que olvidar que este terminal va destinado a trabajadores y no al público en general, si es que eso sirve de excusa para no curvar sus líneas.
Si miramos bajo el capó, lo más apreciable es el salto de 4 GB de memoria RAM del S8+ hasta los 6 GB del Note 8. Toda una ventaja para contar con fluidez extra a la hora de mover diferentes aplicaciones a la vez.
No todo vale
El único punto en el que gana el Samsung Galaxy S8+ frente al Samsung Galaxy Note 8 es el de la batería. 3.500 mAh frente a 3.300 mAh. Ya sea por cuestiones de seguridad o de diseño (para albergar el S Pen), es una reducción que, a buen seguro, se dejará notar a lo largo del día. No hay que olvidar que la pantalla del Note 8 también ha crecido, y que son 6,3 pulgadas consumiendo una batería de menor capacidad. Algo que nos hace pensar que los usuarios tendrán que hacer un uso extra de la carga rápida o de la carga inalámbrica rápida que incluye.
En el resto de aparatados, es claramente el Samsung Galaxy Note 8 a quien más han mimado. Sobre todo en el apartado fotográfico. Quizá Samsung no llegó a tiempo a las cámaras duales con el lanzamiento del Galaxy S8 y el S8 Plus, pero se ha puesto a la altura con el Note 8. Los resultados son de lo más satisfactorios, tanto en fotografías con el objetivo gran angular como con el teleobjetivo. Y por fin incluye un modo retrato llamado Live Focus. Muy práctico al permitir aplicar su efecto antes o después de la captura.
El Samsung Galaxy Note 8 también gana por goleada con los “complementos”. El S Pen llega vitaminado respecto al Samsung Galaxy Note 7, con nuevas funciones de dibujo, más posibilidades con las notas y la posibilidad de traducir textos al instante. Y lo mismo con el Samsung Dex. Más aplicaciones amplían las posibilidades productivas del usuario que necesita usar su móvil como un ordenador.
El precio también importa
En definitiva, y como era de esperar, el Samsung Galaxy Note 8 supera ligeramente las características del Samsung Galaxy S8+. Lógico, ya que es un terminal que ha tenido unos cuantos meses más de desarrollo. En él han podido introducir funciones ya básicas en la gama alta como la doble cámara, y actualizar algunas características para completar la experiencia del usuario aprendidas en el S8+. Ahora bien, es algo que se nota en el precio. Y es que el Note 8 llega al mercado por poco más de 1.000 euros. Mientras tanto, el S8+ ya se puede encontrar por unos 600 euros a través de diferentes tiendas online. Un punto que también puede ser definitivo para un gran número de usuarios. Y tu ¿con cuál te quedarías?