Si habéis llegado hasta este artículo seguramente sea porque vuestro móvil carga lento no, lo siguiente. Aunque puede parecer un problema poco común, lo cierto es que es más frecuente de lo que desearíamos. Las posibles causas pueden ser diversas, así como las soluciones. Es por ello que en esta ocasión hemos hecho una recopilación de los errores y soluciones más comunes para lograr una velocidad de carga mayor.
Revisar el cargador y el cable de carga
Lo primero que tendremos que hacer para solventar los problemas de carga de un determinado móvil o tablet es ver si el cargador y el cable de carga cuentan con las especificaciones y calidades adecuadas. Para ello, deberemos ser conocedores de dos conceptos relacionados con el potencial y la intensidad de la corriente eléctrica, es decir, de los vatios (V) y los amperios (A). La mayoría de cargadores cuentan con 5V y 2A (se indican en el propio cargador); cantidades inferiores a estas pueden ser el motivo por el que nuestro móvil o tablet cargue lento.
Pero el cargador no es el único factor determinante en la velocidad de carga de la batería. El cable es otro de los aspectos más importantes, y deberemos asegurarnos de que cuenta con las especificaciones idóneas. En este caso tendremos que guiarnos por los mismos conceptos anteriores: un cable de carga que no soporte los vatios y el amperaje anteriormente mencionados es probable que cargue más lento de lo normal. Por supuesto, el estado de los mismos también es relevante. Es por ello revisarlos cada cierto tiempo y probarlos en otros dispositivos móviles resulta primordial para mantener la velocidad de carga.
Comprobar la velocidad de carga del móvil
Acabamos de verificar tanto cable como cargador y los valores de amperaje y voltios y el estado de los mismos son normales, ¿que nos queda entonces? Revisar el móvil. Uno de los métodos más útiles para detectar posibles fallos de hardware es comprobar la velocidad de carga real. Mientras que en iOS esto no es posible sin jailbreak, en Android es tan sencillo como instalar una simple aplicación: Ampere.
Una vez la hayamos instalado en nuestro smartphone, la abriremos y le proporcionaremos los permisos adecuados. Acto seguido conectaremos el cable de carga y el número de mAh (miliamperios por hora) comenzará a incrementarse. Es en estos números precisamente donde deberemos poner el foco de atención. Como hemos mencionado anteriormente, los valores idóneos para que el móvil se cargue con normalidad parte de los 2A, o lo que es lo mismo, 2000 mAh. Debido a que esta cifra no es siempre igual durante todo el proceso de carga (en algunos momentos los miliamperios por hora pueden reducirse a más de la mitad), deberemos fijarnos en si la cifra se le acerca en sus picos máximos. Por supuesto, también deberemos fijarnos en la cantidad de voltaje suministrado. Si por algún casual la cifra es baja durante todo el ciclo de carga, seguramente el problema esté relacionado con el conector de carga.
Restaurar el sistema y borrar todos los datos
Si llegados a este punto no hemos detectado ningún tipo de anomalía ni en el cargador y el cable ni en los valores de carga del móvil, el único método para intentar solucionarlo es restaurar el sistema desde 0 para borrar los valores almacenados en memoria. En Android y iOS es bien simple. En el caso del sistema de las manzanas tendremos que irnos al apartado de General dentro de los Ajustes del sistema. Una vez ahí, buscaremos la opción de Restablecer y le daremos a Restablecer contenido y ajustes.
En Android la forma de proceder es muy similar. Dentro de los Ajustes del sistema nos iremos al apartado de Copias de seguridad y restauración y pulsaremos en la opción de Restaurar valores de fábrica. Finalmente los problemas de carga deberían solventarse tras el reinicio del terminal.