Corría el año 2011. Los móviles eran bastante diferentes de lo que son hoy día. Aún se usaban, mayoritariamente, para hablar por teléfono, por lo que el tamaño de pantalla no era un asunto de estado. Las 4 pulgadas eran habituales, decimal arriba o decimal abajo, y todo lo que se saliese de esos márgenes era recibido por el usuario con el ceño fruncido. ‘¿Dónde vas con ese armatoste?, ¡para eso te compras una tablet!, debes quedar ridículo con eso en la oreja’ eran frases que solíamos escuchar cuando llegaron los primeros ‘phablet’, la combinación entre el tamaño de una tablet y la usabilidad de un móvil.
El primer gran phablet que apareció en las tiendas fue el Samsung Galaxy Note N7000 cuyas principales bazas era su gran tamaño de pantalla, 5,3 pulgadas y la inclusión de un lápiz óptico, indicando que este terminal iba a estar dirigido, principalmente, a la productividad de estudiantes y empresarios. Comenzaba, así, la guerra por ver quién sacaba el móvil más grande con la pantalla más grande y los marcos más reducidos para así minimizar su tamaño. Una guerra que aún sigue existiendo y que ha permitido la aparición de nuevos diseños como la cámara emergente o la muesca frontal.
Ha llovido mucho en ocho años. Tanto como para que ahora veamos el primer Samsung Galaxy Note y pensemos que no era para tanto, que lo que antes fue una revolución ahora podría pasar por pieza de museo. Por eso, para ver cómo ha evolucionado un modelo concreto de móvil a través del tiempo, hemos decidido traeros esta comparativa entre el primer Samsung Galaxy Note y el reciente Samsung Galaxy Note 10+, el tope de gama. ¿Con qué ‘alucinábamos’ antes y con qué lo hacemos ahora? Veámoslo en detalle.
FICHA COMPARATIVA
Samsung Galaxy Note | Samsung Galaxy Note 10+ |
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Pantalla | 5.3 pulgadas,66,8% ratio de pantalla, HD Super Amoled, 285 pixeles por pulgada | 6.8 pulgadas, 88,9% ratio de pantalla, resolución Quad HD+, Infinity-O Display, compatible con HDR10+, 522 píxeles por pulgada |
Cámara principal | Sensor único de 8 megapíxeles, apertura focal f/2.6 y enfoque automático, flash LED y grabación en vídeo 1080p@24-30fps | Sensor ultra gran angular de 16 MP de 123 grados de amplitud y F2.2 Sensor gran angular de 12 MP con apertura dual de F1.5 y F2.4, OIS Sensor telefoto de 12 megapíxeles, F2.1 y OIS (zoom de 2X óptico) Cámara para medir la profundidad VGA con F2.1 |
Cámara para selfies | 2 megapíxeles | 10 megapíxeles AF, F2.2, vídeo Full HD |
Memoria interna | 16 GB y 32 GB | 256 o 512 GB |
Ampliación | microSD de hasta 64 GB | microSD de hasta 1 TB |
Procesador y memoria RAM | Exynos 4210 de 2 núcleos y 45 nanómetros, 1,4 GHz, 1 GB RAM | Samsung Exynos 9825 de 7 nanómetrosy 8 núcleos a 2,7 GHz (2,7 GHz + 2,4 GHZ + 1,4 GHz) GPU ARM Mali-G76 MP12, 12 GB de RAM |
Batería | 2,500 mAh extraíble | 4.300 mAh con carga rápida y carga inalámbrica rápida |
Sistema operativo | Android 2.3.5 Gingerbread con capa TouchWiz UI 4 | Android 9.0 Pie + Samsung ONE UI |
Conexiones | Bluetooth 5.0 , GPS, LTE CAT.20, USB de tipo C, NFC, WiFi 802.11ac de doble banda | BT 5.0, GPS, USB de tipo C, NFC, WiFi 802.11ac de doble banda |
SIM | 2 x nanoSIM o 1 nanoSIM con microSD | nanoSIM |
Diseño | Plástico | Marco metálico y trasera en cristal, certificado IP68, lector de huellas dactilares en la pantalla, reconocimiento facial |
Dimensiones | 146.9 x 83 x 9.7 mm, 178 gramos | 161.9 x 76.4 x 8.8 mm, 201 gramos |
Funciones destacadas | S Pen | S Pen con nuevas funciones Compatible con Samsung DeX |
Fecha de lanzamiento | Descatalogado | Disponible |
Precio | 270 euros | 1.020 euros versión 256 GB y 12 GB de RAM 1.210 euros versión 512 GB y 12 GB de RAM |
Diseño general y pantalla
Es increíble todo lo que ha cambiado, en general, estos dos terminales pero, por evidente, el diseño llama demasiado la atención. La evolución del diseño de móviles ha ido encaminada a ajustar la pantalla a lo que cubre el dispositivo y el primer Samsung Galaxy Note es la evidencia más plausible. Su pantalla de 5,3 pulgadas cubre menos del 70% del total frontal, mientras que en el Samsung Galaxy Note 10+ nos vamos a casi el 90%. El aumento de plataformas de streaming, videollamadas y, en general, el consumo de contenido visual ha hecho que uno de los factores determinantes a la hora de adquirir un móvil sea la pantalla. Sí, seguimos usándolo para hablar por teléfono, pero la estandarización de WhatsApp como medio de mensajería y YouTube como dispensadora de contenidos han hecho el resto.
Todo ha ido encaminado para mejorar la calidad de la pantalla: pasamos de una densidad de 285 píxeles por pulgada a nada menos que 522. Por no hablar de la protección Gorilla Glass 6, la resistencia al polvo y al agua… Poner un móvil al lado del otro, en cuestión de diseño, es como ver una máquina del tiempo y solo han pasado 8 años. Parece mentira.
Procesador, memoria RAM y almacenamiento
El procesador que teníamos en el primer Samsung Galaxy Note estaba construido, atención, en 45 nanómetros. Para solucionar la duda rápido: cuantos menos nanómetros veáis acompañando al procesador de vuestro móvil, mejor que mejor. Y un ejemplo de ello es el que incorpora el nuevo Samsung Galaxy Note 10+ construido en solo 7 nanómetros. Los procesadores de nuestros móviles se miden en nanómetros y calculan la distancia que hay entre ellos. A menor distancia, más rapidez en la transmisión de datos y mayor fluidez en el uso.
La memoria RAM es aquel espacio de la memoria de nuestro móvil que se destina a albergar la información de las aplicaciones que tenemos abiertas. Cuando abrimos una aplicación, la información que precisa para funcionar ocupa espacio en nuestro móvil. La memoria RAM se encarga de almacenar dicha información para que, cuando nos salimos de una aplicación y volvemos a ella, nuestro móvil no necesita cargarla de nuevo. Cuanta más memoria RAM tenga nuestro teléfono, mayor cantidad de aplicaciones podremos tener abiertas sin que el rendimiento del mismo decaiga, presente retrasos o las aplicaciones abiertas lo sigan estando. Dicho lo cual, situamos al lector: el primer Samsung Galaxy Note disponía de 1 GB de RAM. Para contextualizar esta cifra, hemos de decir que el estándar de memoria RAM de la gama media en ese año se quedaba en unos 512 MB. Pues bien, en este nuevo Samsung Galaxy Note 10+ nos vamos a ir hasta los 12 GB para que puedas tener todas las apps abiertas sin que el móvil se despeine. Un verdadero salto de gigante.
Apartado fotográfico
Otro de los elementos que más se tienen en cuenta a la hora de adquirir un móvil y que en ocho años también ha cambiado una barbaridad. Por ejemplo, en este tiempo, a la marca coreana le ha dado tiempo de crear la primera focal variable en un teléfono móvil. ¿Qué significa esto? Pues que podremos abrir y cerrar el obturador a nuestro antojo para que reciba una cantidad de luz determinada y así poder recoger imágenes más nítidas de noche o con menos luminosidad ambiental. Además, ya todos contamos con modo retrato, ya sea por postprocesado o porque disponemos de más de una lente. El modo retrato, como ya debes saber, es ese efecto en el que un objeto o persona se resalta del fondo ya que permanece enfocado mientras que el resto aparece fuera de foco.
En el Samsung Galaxy Note 10+ tenemos nada menos que tres lentes: gran angular, ultra gran angular y teleobjetivo con zoom óptico. Esto quiere decir que podremos hacer fotos con más ángulo de visión y más cerca sin perder calidad. En el vetusto Samsung Galaxy Note N7000 disponíamos de una sola lente. Seguro que en su día admirábamos las fotografías de este móvil pensando en qué maravillas vendrían tiempo después. Ya las sabemos todos.
¿Y el selfie?
En 2014, Ellen DeGeneres y una grupo de amigos se dispusieron a hacerse una ‘autofoto’ durante la ceremonia de los Oscars. La presentadora la compartió, in situ, en su cuenta de Twitter y, hasta hace poco, se convertía en el tuit más retuiteado de la historia. Nacería, en ese momento, la fiebre por el selfie, una fiebre responsable de que aplicaciones como Instagram tengan tantísimo éxito. La cámara frontal del Samsung Galaxy Note N7000 digamos que no tenía muy en cuenta al usuario: solo una modesta lente de 2 megapíxeles. Sí, nos hacíamos selfies, pero no había explotado la fiebre. Ahora tenemos, en lugar de 2 megapíxeles, 10 megapíxeles para que todos salgamos con nuestra mejor cara.
Mejoras en la conectividad
Otro apartado en el que hay bastante que contar. Allá por 2011 la única seguridad que teníamos en nuestros móviles era la que proporcionaba el pin de seguridad, la contraseña o el habitual patrón de Android. No fue hasta 2013 cuando un móvil estandarizaría el uso de la huella dactilar como medio de seguridad: sería el iPhone 5S el que lo popularizara y diera lugar a que otros terminales Android se animasen a incluirlos. Primero aparecía el sensor de huellas táctil, delante o detrás de los paneles. Luego se optaría por incluirlo dentro de la pantalla, para librar la parte trasera del lector y optar por la pantalla infinita sin marcos. Precisamente, este es el lector de huellas que incluye el nuevo Samsung Galaxy Note 10+ que, además, opta por la lectura ultrasónica que ofrece una mayor rapidez de respuesta.
En relación al resto de conectividades, tenemos ya compatibilidad con WiFi 6, Bluetooth 5.0… Para ver mejor los cambios solo tienes que ver la tabla que hemos colocado al principio del artículo. Y eso sin contar con que tenemos versión 5G exclusiva en Vodafone…
Sistema operativo y autonomía
Otros aspectos en los que claramente podemos observar la brecha temporal. Ahora tenemos en algunos dispositivos de gama alta una carga inalámbrica, carga rápida de 45W en el caso del Samsung Galaxy Note 10+. Los miliamperios de batería han sufrido un aumento, entre un terminal y otro, de 1800 mAh. Además podremos actualizar a la última versión de Android 10. Los cambios en las distintas versiones de Android darían para otro artículo similar.
¿Y el precio?
Pues esto tiene un poco de trampa, porque si colocamos un terminal al lado del otro y no tenemos en cuenta la inflación nos parecerá el Samsung Galaxy Note N7000 un terminal muy económico. Cuando apareció en el mercado salió a un precio de 550 euros, un precio muy elevado que podría compararse, perfectamente, con los más de 1.000 euros que cuesta el Samsung Galaxy Note 10+.