Apple pisa el freno con su iPhone 5C. Habrá quien piense que esto ocurre por lanzar un modelo económico por 600 euros. Este equipo fue presentado hace un mes con objeto de renovar al iPhone 5 en el catálogo de Apple, acompañando a su vez al iPhone 5S, verdadera estrella de la firma para la oferta de smartphones. El iPhone 5C tenía además un claro objetivo: colonizar el mercado Chino con objeto de ampliar los márgenes que esta familia de dispositivo ostenta en la cuota mundial de ventas. Pero el batacazo está resultando importante. Al menos, los suficientemente importante como para obligar a la compañía a dar orden de que aminoren el ritmo de fabricación del iPhone 5C.
Así lo hemos sabido a través del prestigioso rotativo norteamericano The Wall Street Journal, donde se refieren a las declaraciones procedentes de las dos plantas de producción del teléfono, Foxconn y Pegasus. Según el citado medio, la primera habría reducido un 30 por ciento el volumen de fabricación del iPhone 5C, mientras que la segunda expresaría la frenada en un 20 por ciento respecto al ritmo inicial. Por otro lado, afirman desde The Wall Street Journal, los suministros para producción caído un 50 por ciento, con lo que no hay estimación de que el bache sea puntual ni vaya a remontar en las próximas semanas.
Con todo, la tasa de ventas que se establece entre los iPhone 5S y iPhone 5C se estima realmente descompensada. No hay datos oficiales al respecto, por lo que las conclusiones varían en función de las fuentes consultadas. En el mercado chino ha llegado a expresarse en una relación de ocho unidades del modelo de primerísima gama por cada unidad del iPhone 5C. En cifras citadas por All Things Digital para las ventas registradas en Estados Unidos, el balance es un poco menos inquietante para la colorida nueva edición del manzanófono: un 64 por ciento de los teléfonos de Apple que se vendieron eran alguna de las ediciones del iPhone 5S, mientras que sólo un 27 por ciento son iPhone 5C. La relación es de dos a uno.
En nuestro país los iPhone 5C y iPhone 5S estarán disponibles desde el próximo 25 de octubre. El modelo que se está pegando el batacazo costará entre 600 y 700 euros, en función de la memoria interna que equipe, mientras que el iPhone 5S, que es el que de verdad integra novedades más o menos significativas, valdrá entre 700 y 900 euros. Siendo así, ¿por qué ahorrarse 100 euros cuando la diferencia en prestaciones bien puede merecer la pena?
Por otro lado, los operadores no podrán usar tampoco el iPhone 5C como un atractivo para seducir a sus clientes con ofertas accesibles, blindándose la misma política estricta que Apple impone a los distribuidores, sabedores que los usuarios han empezado a entrar por el aro del mercado de teléfonos libres. Siendo así, no parece probable que el iPhone 5C despegue en ventas en nuestro país. Al menos, no con semejantes precios.